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miércoles, 3 de octubre de 2012

La tableta se come al Ultrabook

Un año después de su prometedor estreno, los Ultrabook no son lo que prometían. Ni baratos ni ligeros ni rápidos. La unión de los principales fabricantes de ordenadores, de los principales fabricantes de chips y del primer fabricante de software de nada han valido ante el consumidor. La invención de los portátiles Ultrabook, nacidos para revitalizar el pecé ha, de momento, fracasado.
Así lo ve IHS, que ha dejado a la mitad sus previsiones de ventas para todo el año 2012, ya en su tercio final. Y habituados a los recortes, este sí que es un recorte: de los 22 millones de unidades a los 10,3, menos de la mitad. Y las previsiones para 2013 son parecidas: 44 millones en lugar de los 61 millones de las anteriores prospectivas.
El recorte no es por culpa de una falta de modelos, pues en estos momentos ya hay en el mercado cerca de 70 modelos y otros 70 saldrán en los próximos meses.
Nacido el Ultrabook con la pretensión de fusionar las ventajas de la tableta y de los portátiles, no le ha dado tiempo a demostrarlo. Su campaña de lanzamiento coincidió en plena fiebre de las tabletas, pero a ello se sumaron sus altos precios (en torno a los mil euros), una cifra que no justificaba ni la renovación del portátil ni aguantaba la comparativa con la tableta. Además, pocos cumplían con la característica de ligeros si por tal se entiende el kilo de peso. La batería también duraba bastante menos que la de una tableta.
En este año y pico, Acer, Lenovo, Dell, Asus, HP, entre otros han sacado modelos Ultrabook,marca registada por Intel que obliga a cumplir el requisito de incorporar chips de Intel y, normalmente, software de Windows. El nombre ya no es ni atractivo, pues el Macbook Air, que lleva chips de Intel, no lo utiliza y es la marca más vendida en este segmento.
Para relanzar el producto los expertos piden que los aparatos cuesten no más de 700 euros y que pesen un kilo, y no dos como ocurre con los portátiles que se encuentran por este precio, como el que acaba de presentar Asus o los que anucnia HP para enero.
Pero aun con una rebaja de precios tan sustancial, tendrían que competir con la rebaja de las tabletas , en donde Amazon o Google han puesto a la venta tabletas por unos 200 euros. Si las previsiones para los Ultrabook son a la baja, las de tabletas y smartphones son al alza.
IHS, pese a todo, pronostica que allá por 2016 se venderán 95 millones de este tipo de ordenadores (muchos menos que tabletas), pero para ello deberán incluir nuevas herramientas como pantallas táctiles, reconocimiento de voz, sensores de movimiento, acelerómetro, giroscopiso o GPS.
También deberá aprovecharse de la llegada del sistema operativo Windows 8, nacido por y para los aparatos móviles, por primera vez en la historia de Microsoft. Esta empresa e Intel, junto a los clásicos fabricantes de ordenadores, se juegan mucho para, primero, revitalizar el ordenador portátil, y, segundo, para tener algún peso en el mundo móvil, en donde están machacados por Apple, Samsung y Google.
Pese a todo, Intel, inventor del concepto Ultrabook no tira la toalla y anuncia a 2013 como el año del renacimiento. En principio tenía que haber sido 2011, pero Intel lo deja para el próximo, coincidiendo con su nuevo chip, el Haswell. Para Intel, en 2013 se reinventará el pecé.

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