Damasco, 10 may (PL) Más de 40 personas murieron y cerca de 170 resultaron heridas hoy a causa de la explosión de dos coches bombas en la autopista sur de Damasco, reportaron hoy fuentes oficiales.
- Kofi Annan condena atentados en Damasco
- Se eleva a 55 la cifra de muertos por atentados en Siria
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Las explosiones ocurrieron a las 07:50 (hora local) en una zona densamente poblada, donde casi al mediodía las autoridades aún recogían restos humanos entre los escombros.
Los estallidos coincidieron con la salida de los trabajadores para sus puestos de trabajo y de los estudiantes a sus escuelas y universidades, y en un momento en que por la zona había un denso desplazamiento de autos, autobuses, taxis y personas.
Las detonaciones levantaron dos hongos de humo que podían apreciarse desde diferentes partes de la ciudad. La acción fue calificada de vandálica y horrenda por pobladores, los cuales manifestaron su rechazo a tales actos.
En el lugar, constató Prensa Latina, se observa un cráter de unos dos metros de profundidad y más de cinco metros de ancho, abierto por las detonaciones, y aún había restos humanos diseminados por el área, rodeada de varios coches calcinados.
El atentado al parecer estaba dirigido contra el edificio que alberga oficinas del Cuartel de Patrullas en la céntrica avenida, aunque las principales víctimas fueron civiles.
Imágenes mostradas por la televisión siria recogían cuerpos calcinados, restos humanos, niños y mujeres muertos a causa del vandálico hecho, cuyas dimensiones es difícil recoger con palabras.
Las fachadas de establecimientos y viviendas a cien metros a la redonda de donde ocurrió la explosión también fueron dañadas por la onda expansiva.
Cientos de personas acudieron al lugar y en improvisadas manifestaciones condenaron tales acciones calificándolas de criminales, bárbaras, y culpando a Estados Unidos, Al-Qaeda, naciones del Golfo Pérsico y países occidentales de estar detrás de los hechos, que según especialistas tienen el sello de la red terrorista fundada por Osama Bin Laden.
El jefe de la Misión de Observadores de la ONU en Siria, general Robert Mood, acompañado por una delegación de observadores internacionales, visitó el área y llamó a todos aquellos que están detrás de esos ataques, sean de dentro o fuera de Siria, a percatarse de que sólo ocasionan mayor sufrimiento.
Mood exigió que cesen esos actos y a sus autores que otorguen una oportunidad a los sirios para que avancen hacia una solución política de la crisis de forma pacífica.
Subrayó que su equipo está sobre el terreno en Siria y con el pueblo sirio, y no va a considerar que esos atentados sean para transmitir un mensaje a su Misión y a la comunidad internacional.
Los estallidos coincidieron con la salida de los trabajadores para sus puestos de trabajo y de los estudiantes a sus escuelas y universidades, y en un momento en que por la zona había un denso desplazamiento de autos, autobuses, taxis y personas.
Las detonaciones levantaron dos hongos de humo que podían apreciarse desde diferentes partes de la ciudad. La acción fue calificada de vandálica y horrenda por pobladores, los cuales manifestaron su rechazo a tales actos.
En el lugar, constató Prensa Latina, se observa un cráter de unos dos metros de profundidad y más de cinco metros de ancho, abierto por las detonaciones, y aún había restos humanos diseminados por el área, rodeada de varios coches calcinados.
El atentado al parecer estaba dirigido contra el edificio que alberga oficinas del Cuartel de Patrullas en la céntrica avenida, aunque las principales víctimas fueron civiles.
Imágenes mostradas por la televisión siria recogían cuerpos calcinados, restos humanos, niños y mujeres muertos a causa del vandálico hecho, cuyas dimensiones es difícil recoger con palabras.
Las fachadas de establecimientos y viviendas a cien metros a la redonda de donde ocurrió la explosión también fueron dañadas por la onda expansiva.
Cientos de personas acudieron al lugar y en improvisadas manifestaciones condenaron tales acciones calificándolas de criminales, bárbaras, y culpando a Estados Unidos, Al-Qaeda, naciones del Golfo Pérsico y países occidentales de estar detrás de los hechos, que según especialistas tienen el sello de la red terrorista fundada por Osama Bin Laden.
El jefe de la Misión de Observadores de la ONU en Siria, general Robert Mood, acompañado por una delegación de observadores internacionales, visitó el área y llamó a todos aquellos que están detrás de esos ataques, sean de dentro o fuera de Siria, a percatarse de que sólo ocasionan mayor sufrimiento.
Mood exigió que cesen esos actos y a sus autores que otorguen una oportunidad a los sirios para que avancen hacia una solución política de la crisis de forma pacífica.
Subrayó que su equipo está sobre el terreno en Siria y con el pueblo sirio, y no va a considerar que esos atentados sean para transmitir un mensaje a su Misión y a la comunidad internacional.
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