3,2 millones de euros. Éste es el precio que ha pagado un grupo empresarial uruguayo por el club de fútbol más viejo de España, el Recreativo de Huelva, equipo fundado en 1889 y que actualmente milita en la Segunda División A.
La mesa de contratación del Ayuntamiento de Huelva, hasta ahora propietario de más del 98% de las acciones, ha adjudicado este martes el 75% de las participaciones a Gildoy España Sociedad Limitada, empresa que ha realizado la única oferta económica que se presentó a la subasta pública, cuyo precio mínimo de salida fue de 3,19 millones.
De esta forma, el Decano del fútbol español ya tiene nuevos dueños. Se trata de un grupo empresarial encabezado por el vicepresidente del club Wanderers de Uruguay, Víctor Hugo Mesa, en asociación con el emprendedor español Pablo Comas. Este grupo ya había mostrado públicamente su interés por hacerse con el control del Recreativo y, de hecho, este verano prestó un millón de euros a la empresa municipal Huelva Deporte para cubrir una ampliación de capital imprescindible para garantizar el futuro del club.
Además de pagar 3,2 millones de euros –cantidad a la que habrá que restar el millón prestado en verano al Ayuntamiento–, Gildoy España Sociedad Limitada se hará cargo de la deuda que acumula el equipo y que asciende a 22,8 millones.
El pliego de condiciones establecido por el Ayuntamiento de Huelva para la venta del Recreativo contemplaba una serie de condiciones imprescindibles, como atesorar experiencia en la gestión deportiva, demostrar solvencia económica y la presentación de un proyecto deportivo que sea viable, requisitos que cumple la sociedad.
No obstante, el Ayuntamiento onubense, a través de Huelva Deporte, se reserva un 25% de las acciones a fin de mantener su representación en el consejo de administración del Recreativo. Además, durante los primeros cuatro años el Consistorio tendrá derecho de veto para impedir cualquier movimiento especulativo que puedan afectar a la continuidad del club.
El Recreativo era el único club de la Liga de Fútbol Profesional cuyo propietario es un ayuntamiento. En 1999 el equipo de gobierno del PP, liderado por el alcalde Pedro Rodríguez, decidió la compra del Decano para evitar su desaparición.
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