El troceo del Instituto Catalán de la Salud (ICS) en una serie de pequeñas empresas públicas empezará el próximo año en los centros sanitarios de Girona y Lleida, detallaron ayer fuentes del Departamento de Salud sobre la prueba piloto de este nuevo plan. El hospital Doctor Trueta gerundense y el Arnau de Vilanova leridano serán los primeros grandes centros sanitarios públicos catalanes gestionados con independencia del ICS, al tiempo que decenas de ambulatorios de ambas provincias también constituirán alrededor de 12 empresas públicas, según la hoja de ruta trazada por Salud, que pretendende extenderla a toda Cataluña.
El grado de autonomía de estas empresas quedará sujeto, sin embargo, a la concreción de los cambios legales que pretende aprobar el Gobierno de CiU en el Parlamento para poder fraccionar el ICS, la mayor empresa pública de Cataluña con una plantilla de unos 40.000 empleados.
El departamento que dirige Boi Ruiz es especialmente ambicioso en este sentido: el plan aspira a que los hospitales y ambulatorios dispongan de número de identificación fiscal propio y se abran a la entrada de capital privado mediante vías como constituir sociedades mixtas con operadores privados o bien participados por los propios profesionales, que devendrían en una suerte de accionistas de dichos centros. La prueba piloto, por ahora, solo dará el primer paso de traspasar la gestión de los centros a la dirección de los hospitales y ambulatorios.
Los CAP se agruparán por zonas geográficas para funcionar como empresas autónomas desvinculadas de los hospitales públicos. Cada ambulatorio derivará al paciente al centro hospitalario que considere oportuno rompiendo así la estructura territorial del ICS. La gestión de estos ambulatorios la asumirá la dirección de atención primaria pertinente, que, a su vez asumirá, las nuevas competencias que el nuevo Plan de Salud otorga a los CAP: los médicos asumirán tareas de especialista en las dolencias de oftalmología, salud mental, dermatología, otorrinolaringología y las relacionadas con el aparato locomotor. “Serán centros más competitivos”, defienden fuentes de Salud para incentivar a los profesionales afectados por el nuevo cambio. El resultado económico derivado de la gestión del centro repercutirá en el propio centro: si hay superávit o pérdidas deberá asumirlas el propio hospital o grupo de ambulatorios. Se trata de una extensión y profundización de un modelo de autonomía que ya funciona en algunos CAP.
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