Eficaz como tratamiento y una prometedora herramienta de prevención. Los antirretrovirales podrían ser clave para impedir la transmisión del VIH entre un individuo infectado y su pareja sana y así lo indican varios ensayos clínicos publicados en el último año y medio. Un grupo de expertos del Imperial College de Londres (Reino Unido) analiza cuál sería la relación entre el coste y la eficacia de esta terapia utilizada como herramienta preventiva.
Según los ensayos clínicos realizados al respecto "es muy difícil que una persona sana que toma estos fármacos se infecte por VIH a pesar de tener relaciones sexuales con gente afectada", afirma José María Gatell, jefe del servicio de Enfermedades infecciosas del Hospital Clínic de Barcelona. A esta estrategia preventiva se la conoce como profilaxis pre-exposición (PrEP), una apuesta de la investigación y la esperanza de todas esas parejas en las que uno de los miembros tiene la enfermedad (parejas serodiscordantes).
Como explican los autores del artículo, publicado esta semana en 'PLoS Medicine', los últimos estudios demuestran que "en un paciente infectado que sigue el tratamiento antirretroviral, la probabilidad de transmisión es muy baja o prácticamente nula". Dado que las cifras de enfermos siguen incrementado -el año pasado hubo 2,7 millones de casos nuevos-, "esta terapia no sólo mejoraría enormemente la supervivencia, sino que conseguiría evitar muchas de estas situaciones".
El problema, asegura el especialista español, es "cómo aplicar esta estrategia a la práctica, qué recomendaciones hay que hacer en Salud Pública y cuánto nos va a costar, sobre todo en un momento de crisis económica como el actual, en el que cualquier intervención médica tiene que ser lo más costo-efectiva posible". Y añade: "una cosa es coste eficaz si el coste de ganar un año de vida con buena calidad es inferior a la renta per capita del país. Esto es lo que se considera inversión razonable".
Circunstancias especiales
El equipo británico autor del estudio, liderado por Timothy Hallett, del Imperial Collage de Londres, ha desarrollado un modelo matemático de coste-eficacia que tiene en cuenta numerosos aspectos, por ejemplo, el riesgo de transmisión, el coste del tratamiento, las infecciones que se han evitado, la mejora de la calidad de vida, etc.
Según sus conclusiones, a pesar de que la profilaxis pre-exposición resulta cara, ya que consiste en tratar a mucha gente durante mucho tiempo, en determinadas circunstancias puede ser coste eficaz. Y sí parece que lo es en el contexto que han manejado los científicos británicos. En el África subsahariana, con todas sus condiciones económicas, políticas y culturales, y seleccionando exclusivamente a las parejas estables en las que uno de los miembros está infectado por VIH. No hay que olvidar que es en el África Subsahariana donde se registra la mayoría de las nuevas infecciones, el uso del preservativo es muy bajo y el 10% de las parejas estables son serodiscordantes.
Tal y como versa el artículo, el coste de los antirretrovirales como medida de prevención sería menor que el generado si el miembro sano de la pareja finalmente se infectase y requiriera tratamiento. El doctor Gatell, al comentar este trabajo, subraya que "estos resultados sólo son válidos para el contexto en el que están basados [África Subsahariana]. No sería extrapolable a España, por ejemplo. Habría que introducir los datos específicos de cada país según sus diferentes realidades".
Teniendo en cuenta el alto número de infectados por VIH, 5,2 millones de personas en países con ingresos medios y bajos, "este tipo de estudios son necesarios para que las agencias internacionales y los donantes privados sigan destinando dinero para el tratamiento y la prevención", que por supuesto también incluye medidas clásicas como la circuncisión voluntaria o la promoción de preservativos.
Puede que esta nueva vía de prevención no esté tan lejos. "Hace tres o cuatro años, parecía impensable que la terapia antirretroviral llegara a África Subsahariana y hoy entre el 30% y el 40% recibe este tratamiento", recuerda el experto español. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la cifra total de personas tratadas supera los cinco millones. Aunque existe otra cara de la moneda. Se estima que 15 millones de seropositivos que necesitan urgentemente estos medicamentos para salvar sus vidas no los reciben. Hace falta más inversión.
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