El Tribunal de Apelación de Milán ha condenado finalmente al grupo Fininvest, propiedad de Silvio Berlusconi, a pagar 560 millones de euros en daños y perjuicios al grupo CIR de Carlo De Benedetti, dentro del llamado "caso Mondadori", según la agencia italiana Ansa.
Esta decisión supone una rebaja de la primera condena, en octubre de 2009, que ordenó a Fininvest pagar 750 millones de euros al grupo CIR de De Benedetti en concepto de resarcimiento por los daños patrimoniales causados tras la decisión de un tribunal, en 1991, en la pugna por el control de la editorial Mondadori.
La condena, que es "inmediatamente ejecutable", se cifra en unos 540 millones de euros, a lo que se suman los intereses y los gastos judiciales desde que se dictó la sentencia en primer grado, el 3 de octubre de 2009, que deberán correr a cuenta de Fininvest, por lo que la sanción total es de 560 millones de euros.
La condena en apelación llega después de la polémica generada esta semana en torno a la inclusión en su plan de ajuste de 47.000 millones de euros aprobado por el Gobierno italiano una polémica modificación del código de procesos civiles que podía favorecer al primer ministro en esta causa, pero que acabó retirando por el revuelo que produjo.
El grupo de Berlusconi, que controla, entre otras empresas, la mediática Mediaset y el Milán Club de Fútbol, fue condenado a pagar en octubre de 2009 750 millones de euros a CIR, editor del diario "La Repubblica", en concepto de resarcimiento por los daños patrimoniales causados en la pugna por el control de Mondadori.
Una pugna por el control de la editorial
Los hechos se remontan a los primeros años 90, cuando el grupo de Berlusconi y CIR (Compañías Industriales Reunidas), ambos accionistas de Mondadori en la época, recurrieron a la justicia para que decidiera quién tenía derecho a quedarse con las acciones de la familia Formenton, herederos del histórico dirigente de la editorial, Arnoldo Mondadori, que daban el control de la empresa.
El 20 de junio de 1990, el tribunal decidió que el acuerdo al que Carlo de Benedetti, de CIR, había llegado con la familia antes de que ésta cambiara de opinión a favor de Berlusconi era el que tenía validez, decisión que fue recurrida posteriormente por Fininvest, a quien un juzgado de Roma dio la razón en 1991.
Posteriormente, el caso se reabrió por la vía penal para averiguar si habían existido irregularidades en el proceso y Cesare Previti, ex abogado del primer ministro, fue condenado en 2007 por el Tribunal Supremo a un año y seis meses de cárcel por sobornar a uno de los jueces que se hicieron cargo del asunto, mientras que Berlusconi salió indemne.
En las motivaciones de la sanción económica a Fininvest, en primer grado, el juez Raimondo Mesiano hacía a Berlusconi "corresponsable de la corrupción" que llevó a su grupo a hacerse con el control de la editorial.
Mesiano creía que es "absolutamente impensable" que quien era representante legal del grupo no supiera del ingreso de una cantidad de dinero utilizado para sobornar a un juez y que concediera a la sociedad de Berlusconi el control de la editorial.
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