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lunes, 13 de diciembre de 2010

Unos 500 presos inician una huelga de hambre en Chile por la crisis carcelaria

Unos 500 presos iniciaron este domingo en el norte chileno una huelga de hambre en protesta por la crisis carcelaria nacional, que el miércoles dejó 81 muertos en un incendio.

Los internos del penal de Calama, ciudad ubicada en el desierto de Atacama, dijeron que su protesta busca solidarizar con los deudos de los presos fallecidos en la Cárcel de San Miguel en Santiago.

La guardia de prisiones (Gendarmería) sostuvo que los reos comenzaron a abandonar el movimiento y que finalmente sólo unos 200 presidiarios están en huelga de hambre.

El penal de Calama, construido en 1960, tiene capacidad para albegar a unos 290 reos, pero actualmente son 600 los reclusos allí alojados.

La crisis penal, que la Corte Suprema definió como "una bomba de tiempo", amenaza con expandirse a otros penales, según informes de inteligencia de la propia guardia carcelaria.

El presidente Sebastián Piñera reiteró que impulsará un plan de desarrollo para el sector, a la vez que admitió que "la situación no resiste más".

Desde 1999, cuando comenzó a regir un nuevo sistema penal oral, el número de reos en las prisiones aumentó de 33.000 a 55.000 individuos, según cifras oficiales.

Además existen otras 53.000 personas que cumplen condenas alternativas, como libertad vigilada o reclusión nocturna.Unos 500 presos iniciaron este domingo en el norte chileno una huelga de hambre en protesta por la crisis carcelaria nacional, que el miércoles dejó 81 muertos en un incendio.

Los internos del penal de Calama, ciudad ubicada en el desierto de Atacama, dijeron que su protesta busca solidarizar con los deudos de los presos fallecidos en la Cárcel de San Miguel en Santiago.

La guardia de prisiones (Gendarmería) sostuvo que los reos comenzaron a abandonar el movimiento y que finalmente sólo unos 200 presidiarios están en huelga de hambre.

El penal de Calama, construido en 1960, tiene capacidad para albegar a unos 290 reos, pero actualmente son 600 los reclusos allí alojados.

La crisis penal, que la Corte Suprema definió como "una bomba de tiempo", amenaza con expandirse a otros penales, según informes de inteligencia de la propia guardia carcelaria.

El presidente Sebastián Piñera reiteró que impulsará un plan de desarrollo para el sector, a la vez que admitió que "la situación no resiste más".

Desde 1999, cuando comenzó a regir un nuevo sistema penal oral, el número de reos en las prisiones aumentó de 33.000 a 55.000 individuos, según cifras oficiales.

Además existen otras 53.000 personas que cumplen condenas alternativas, como libertad vigilada o reclusión nocturna.

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