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sábado, 18 de julio de 2009

Guía para pedalear con niños

Con una sillita portabebés, un remolque especial o acoplando la bici del niño a la del adulto. Éstas son sólo algunas de las maneras en la que puedes llevar a tus hijos en bicicleta. Y es que un paseo en bicicleta es una buena forma de disfrutar con los más pequeños de la casa. Incluso para ir al colegio, podéis ir pedaleando. Aquí tienes algunos consejos de cómo llevar a tus niños en la bici y qué debes tener en cuenta:
Silla infantil delantera
Lo primero, ponle a tu hijo o hija el casco. En España es obligatorio para los niños. Después tenemos diferentes tipos de asientos infantiles: si queremos tener en todo momento al niño a la vista, podemos utilizar unas sillas que se adaptan al manillar o a la barra del cuadro (entre el sillín y el manillar). Para la primera opción, la marca norteamericana iBert vende una sillita en forma de T a través de su web por unos 110 dólares (unos 80 euros). En esta posición, el pequeño tiene mayor visibilidad que si va pegado a la espalda del adulto (como ocurre en las sillas traseras) y podrá disfrutar más del paseo. Existen incluso bicicletas con protección para que el niño no se golpee la cabeza en caso de frenazo y otras con una pantalla para protegerle del aire. El inconveniente para el adulto es que limita la maniobralidad, ya que se carga más peso sobre el eje delantero, por lo que hay que tener más precaución al hacer giros y frenadas. Un movimiento brusco del niño puede afectar a nuestro equilibrio. En bicis que no permiten una posición erguida, también nos reduce la visibilidad. Este tipo de asientos soportan hasta unos 15-17 kilos de peso.
Silla portabebés trasera

Estos asientos infantiles son los más habituales en España. Suelen ir equipados con un cinturón de seguridad, protección lateral y reposapiés que evitan que el pequeño toque las ruedas con sus pies. Hay que fijarse bien en que el respaldo de la silla sea lo suficientemente alto para que el niño pueda reposar la cabeza (sobre todo para cuando se queda dormido). Al tener al niño detrás nuestra, no vemos lo que hace, y por eso hay que asegurarnos de que vaya bien atado y con el casco. Para el adulto, este tipo de sillitas son la forma más cómoda de llevar al niño, ya que la bici es más fácil de manejar. Estas sillas pueden soportar más peso que las que se colocan en la parte de delante, en torno a los 20 kilos.
Decathlon comercializa marcas como Hamax por unos 70 euros. Hay que tener en cuenta que el Reglamento General de Circulación (artículo 12) vigente permite llevar a los niños en sillas homologadas hasta los siete años.
Remolques para niños
Otra opción algo más cara para llevar a un niño —o incluso a dos— son los remolques, cuyo precio ya supera los 200 ó 300 euros. Podemos enganchar a nuestra bici un asiento bajo con dos ruedas y cubierto por una malla. El remolque rueda a ras del suelo, de modo que la caída del pequeño en caso de accidente es desde poca altura. No existe el peligro de que el niño toque los radios de la bici, ya que la distancia mínima entre la rueda trasera y el remolque es de entre 30 a 60 centímetros. Eso sí, hay que conducir con precaución, ya que el remolque es más ancho que la bici, y alguna de sus ruedas puede salirse de la calzada si no se va con cuidado, golpear contra un bordillo en un giro brusco o coger un mal bache. En general, en España no está permitido llevar en la bici remolques o semiremolques, y muchas organizaciones ciclistas, como Conbici, piden a la Unión Europea que cambie la normativa. Existen algunas excepciones. En algunas ciudades españolas, como Barcelona, se permite circular con remolque gracias a sus nuevas ordenanzas municipales.
Bicis con plataforma
En países como Holanda y Dinamarca es muy
común ver triciclos preparados especialmente para llevar a los niños en una especie de plataforma o cajón colocado en la parte delantera. Este tipo de bicis son más seguras al tener una mayor estabilidad. Los fabricantes daneses son los que más trabajan en este tipo de vehículos. Tenemos ejemplos como la compañía Nihola, que han diseñado bicis que soportan hasta 100 kilos en su cabina, cuentan con cubierta para proteger de la lluvia y tienen una capacidad para dos niños de hasta siete y ocho años de edad; Winther y su modelo Kangaroo o la empresa Triobike que ha diseñado un carrito para el transporte de niños independiente que se acopla a la bici. Los precios de estas bicis con plataforma superan fácilmente los 2.000 euros.
Bicicleta remolque
Cuando los niños pegan el estirón y ya no hay forma de meterles en una silla portabebés o en un remolque (y aún son pequeños para ir solos en bici), podemos acoplar la bici del niño a la del adulto. Hay varias formas de hacerlo, por ejemplo con una acople independiente como el 'Trail Gator' cuyo precio ronda los 95 euros. Lo importante es que la bicicleta del pequeño lleve la rueda trasera apoyada en el suelo y la delantera en el aire, para que el padre o la madre vaya tirando del conjunto. Existen incluso bicicletas diseñadas sin rueda delantera que se sujetan a la barra del asiento de la bici del adulto (se les conoce como semitándem). Con un precio aproximado de entre 170 y 200 euros, estas bicis suelen tener pedales que funcionan y algunos modelos incluyen palancas de freno en el manillar para que los niños puedan practicar el arranque, la frenada y el equilibrio mientras pedalean.
Tándem familiar:
Estas bicis están fabricadas especialmente para dos o más personas. Tienen las mismas ventajas que las bicicletas remolque, pero no necesitas acoplar y desacoplar las dos bicis. Los tándems familiares tienen las ruedas más pequeñas que las de las bicicletas normales para adultos, y la barra telescópica de los asientos puede adaptarse a la estatura de niños. El fabricante holandés 'onderwaterfiets' ofrece varios modelos de estas bicicletas familiares a partir de 1.500 euros.
Cuando el niño ya tiene su propia bici
Para que tu hijo aprenda a montar en bici, puedes utilizar las tradicionales ruedecillas que se acoplan a la parte trasera de la bici o bien comprarle una bici infantil de aprendizaje sin pedales. Esta última opción ayuda a los pequeños a centrarse en el equilibrio mientras se mueven apoyando los pies en el suelo. Pero aunque tus hijos ya vayan en sus propias bicicletas, no puedes bajar la guardia cuando pedaleas con ellos por la ciudad. Todo lo contrario, tienes que prestarles mucha atención, ya que es muy fácil que los pequeños se distraigan o actúen de forma imprevisible.
Como cuenta María Angulo, vicepresidenta de la Asociación de Padres del
colegio Rufino Blanco y de la Comisión carril-bici de Chamberí (Madrid), hay tres cosas importantes que nos debemos olvidar los padres: una es el uso obligatorio del casco, "una caída tonta puede tener consecuencias graves si no se utiliza; el uso de reflectantes o prendas llamativas que aumenten la visibilidad entre los coches; y enseñarles a circular con seguridad". Y es que, como señala esta madre, "a cierta edad es importante que los niños conozcan la seguridad vial desde el punto de vista de los ciclistas —igual que controlan lo que les atañe como peatones—, tanto las normas básicas de circulación (preferencias en los cruces, señales de tráfico, respeto a los pasos de cebra....) como las propias del uso de la bicicleta (señalización de giros con los brazos...)".
Si vas a cole con tu hijo en bici, una buena idea es hacer un "autobús ciclista": puedes quedar con otros niños de la escuela que se vayan sumando al grupo con sus bicis durante el recorrido. "Cuando voy con mis dos hijos al cole en bici, los adultos nos solemos poner detrás de ellos para protegerles del tráfico", explica María. Es una forma segura de ir por la ciudad y los niños disfrutarán del paseo.
FUENTE: http://www.soitu.es/

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