España y China han marcado un hito esta mañana en la historia del ferrocarril al probar una línea de 13.000 kilómetros, la mayor del mundo, entre ambos países. La distancia ha sido recorrida en 21 días por un tren de mercancías que partió el 18 de noviembre de Yiwu con 40 contenedores y ha llegado esta mañana a Madrid con 30 de ellos, tras descargar por el camino. La opción del tren ha ahorrado, según el ministerio español de Fomento, diez días a la carga respecto al viaje en barco. Ambos países estudiarán ahora la eficiencia del tren para sus intercambios comerciales.
La ministra de Fomento, Ana Pastor, esperaba esta mañana la llegada del convoy junto a la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, y el presidente del Adif, Gonzalo Ferre, entre otras personalidades. Desde Fomento se ha destacado la iniciativa como un hito en las relaciones comerciales hispano-chinas y se recuerda que es resultado del último encuentro entre los presidentes de ambos países.
La intención final es instaurar un corredor estable de mercancías bidireccional entre España y China. Se hablaba ya esta mañana del tren como modo de transporte fiable, competitivo y versátil para transportar mercancías a pesar de la complejidad del trayecto.
13.000 kilómetros de viaje
China, Kazajistán, Rusia, Bielorrusia, Polonia, Alemania, Francia y España han visto rodar al tren de mercancías bautizado como Yixinou hasta el final de su trayecto en Madrid. Han sido 13.000 kilómetros de recorrido que ponen a esta línea experimental por delante de otros grandes recorridos como el Transiberiano y el Orient Express.
El convoy tenía un peso bruto de 1.400 toneladas y ha precisado cambio de locomotora cada 800 kilómetros, además de cambio de anchos en Dostyk (Kazajistán), Brest (Bielorrusia) e Irún (España).
China ya tiene conexión con Alemania a través de un mínimo de cinco trenes semanales. De hecho, para este viaje experimental se ha utilizado el corredor Atlántico de mercancías desde la ciudad alemana de Mannheim hasta Madrid, ambas separadas por 1.818 kilómetros (645 en suelo español). Fomento ha recordado que este tipo de corredores impulsados por la UE utilizan ventanillas únicas para agilizar el acceso de los trenes a las redes ferroviarias de los distintos países, agilizando así el tránsito internacional de la carga.
Yiwu, la ciudad china desde la que partió el tren, es el mayor centro de venta y distribución de bienes de consumo del mundo. Para traer el tren hasta la terminal madrileña de carga de Abroñigal se ha requerido la colaboración de embajadas, ministerios de Fomento, Asuntos Exteriores y Hacienda. Además, han participado distintas empresas de transporte ferroviario: InterRail IRS, DB Schenker Rail y Transfesa.
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