La policía francesa aun no sale de su asombro. El pasado 21 de mayo, según informaron los diarios franceses, una anciana septuagenaria mató a su marido y lo desmembró. Después de descuatizarlo, utilizó su corazón, su nariz y su pene para preparar un caldo de sopa, que se tomó a modo de cena.
Cuanto
terminó, se dirigió a la comisaría completamente ensangrentada, donde
declaró su crimen. Cuando los gendarmes llegaron al domicilio, solo
pudieron ver los restos desmembrados del marido, de 80 años. La anciana se encuentra en la prisión de Nancy-Maxéville a la espera de análisis psiquiátricos. El abogado defensor alega 'locura transitoria'.
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