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viernes, 11 de abril de 2014

Un sismo de 6.2 y centenares de réplicas provocan caos en Managua

La tierra se sacudió con fuerza a las 5:26 de la tarde del jueves en las costas del Pacífico de Nicaragua, reviviendo en la memoria de los nicaragüenses uno de sus peores temores: la posibilidad de un terremoto de gran magnitud. El sismo de este jueves fue de 6,2 grados en la escala de Richter y según las autoridades de este país centroamericano ha dejado 14 lesionados y 89 casas destruidas. El Gobierno de Daniel Ortega decretó la alerta amarilla en las provincias de León y Managua, donde el movimiento telúrico se sintió con más fuerza.
El Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (INETER) ha reportado que después del fuerte sismo, cuyo epicentro se registra en las costas del Lago de Managua a una profundidad de 10 kilómetros, se han producido 350 réplicas, seis de ellas de una magnitud mayor a los cuatro grados en la escala de Richter. El Gobierno ha suspendido las clases en las provincias de León y Managua, mientras ha activado el sistema de prevención y atención de emergencias.
Rosario Murillo, primera dama de la República y vocera oficial del Gobierno, se ha puesto a la cabeza de la información oficial, a través de cadenas de radio y televisión en la que informa a la ciudadanía de las decisiones tomadas, considerando la posibilidad de nuevas réplicas. Murillo dijo que la pequeña ciudad de Mateare, en el Pacífico de Nicaragua, ha sido la más afectada por el sismo.
Imágenes de la televisión local muestran el caos que se ha producido en Managua tras el terremoto, dado que se suspendió el servicio de energía en varios puntos de la capital, afectando el tráfico de la ciudad. En los barrios capitalinos, muchos de ellos formados por chabolas sin las mínimas condiciones antisísmicas, la gente ha salido de sus casas, y en familia, sin energía y sin comunicaciones móviles, esperaban que pasara la alerta. También ha fallado el servicio de agua potable. En varios puntos de la ciudad se escuchan sirenas de los bomberos y servicios de emergencia.
Para los nicaragüenses el sismo de este jueves recuerda el terremoto que en 1972 devastó Managua, ciudad que desde entonces no ha podido recuperarse. Aquella tragedia dejó 12.000 muertos. De hecho, en los escombros de los edificios que formaban el centro de aquella ciudad que se mantiene viva en el imaginario de los nicaragüenses, las autoridades han trasladado a trabajadores de emergencia para evacuarlas, dado el alto riesgo que representan para sus habitantes. Murillo ha hecho un llamado a la calma a los capitalinos, pero también ha mantenerse alerta por nuevos posibles sismos.

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