Desde que el ministro religioso Joseph Djan decidió empezar a trabajar comotaxista, ya no hay necesidad de ir a la iglesia para confesarse.
Este pastor de 52 años se dio cuenta que trabajar como taxista en la ciudad de Nueva York era una opotunidad perfecta para conocer y hablar con gente que necesitaba descargarse.
Por ende, fusionó sus dos profesiones y ahora ofrece a los pasajeros que quieran,una confesión express durante lo que dura el viaje. Joseph asegura que mucha gente sale de su taxi sintiendose aliviada y que a el lo hace feliz poder ayudarlos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario