Cuando todo estaba cerrado, cuando Pau Gasol ya se veía vestido con el rojo de los Rockets, la propia NBA echó por tierra toda la operación. De momento, el español sigue siendo jugador de los Lakers y hoy entrenará con la franquicia californiana.
La cronología de los acontecimientos fue la siguiente. A medianoche, una vez que los jugadores votaron (y aprobaron) el nuevo convenio colectivo, se acababa oficialmente el 'lockout' que había mantenido cerrado el negocio durante casi 150 días. Inmediatamente, los Lakers comenzaron a mover ficha y en todas las quinielas aparecía el nombre de Pau Gasol. Un cuchicheo que, al cabo de unos minutos, se escuchaba a voces. Incluso el General Manager de los Hornets -un equipo que es propiedad de la NBA-, Dell Demps, confirmaba en New Orleans Times Picayune que Chris Paul, uno de los mejores bases del mundo, se marchaba a los Lakers. Movimiento a tres bandas que acaba con Pau en Houston. También saldría de los Lakers otro veterano, Lamar Odom. Este sí acabaría en Nueva Orleans.
En las jornadas anteriores se había filtrado que el equipo angelino, eliminado el curso pasado en la segunda ronda de los playoffs, había puesto a toda su plantilla en el escaparate. Excepto Kobe Bryant, por supuesto. El objetivo de la franquicia californiana es formar un 'Big Three' de campanillas, reclutando junto a Paul, al pívot Dwight Howard (en teoría, el siguiente movimiento será mandar al joven Andrew Bynum a Orlando a cambio de Superman). Rumores que Pau intentó despejar a su manera. No le falta experiencia en estas lides al catalán. "Hay muchas especulaciones, muchos rumores alrededor y es comprensible. Crea atracción y eso es bueno para los aficionados, y supongo que también para la NBA", apuntaba Pau en LA Times, e intentaba tranquilizar: "Mientras no pase nada conmigo, tenemos los jugadores que tenemos y estamos bien así. Saldremos a luchar independientemente del equipo que tengamos, no importa quién esté aquí".
Finalmente, se confirmaba la jugada triste y rocambolesca para Pau, quien a sus 31 años y tras ganar dos anillos con los Lakers, veía cómo su carrera daba un giro de 180 grados. Gasol, sin desearlo, acabaría en Houston, ya que Kevin Martin, Luis Scola y Goran Dragic irían a los Hornets. De estar en la franquicia más lujosa y mediática de la NBA -y una de las más pujantes también deportivamente-, Pau pasaría a unos Rockets deprimidos, que también perdieron recientemente al que era su jugador franquicia Yao Ming, retirado por sus lesiones.
Pero, más allá de las tres de la madrugada hora española, toda la operación estalló. El motivo fue la negación de los propios propietarios de las diferentes franquicias, que no vieron con buenos ojos el movimiento de los Hornets, un equipo que controla directamente la NBA. Esas presiones a David Stern hicieron que la operación se cancelara. Ante todo lo acontencido, el propio Chris Paul sólo pudo reaccionar en Twitter con un: "Wow".
No hay comentarios:
Publicar un comentario