Un año después de su prometedor estreno, los Ultrabook no son lo que
prometían. Ni baratos ni ligeros ni rápidos. La unión de los principales
fabricantes de ordenadores, de los principales fabricantes de chips y
del primer fabricante de software de nada han valido ante el
consumidor. La invención de los portátiles Ultrabook, nacidos para
revitalizar el pecé ha, de momento, fracasado.
Así lo ve IHS, que ha dejado a la mitad sus previsiones de ventas
para todo el año 2012, ya en su tercio final. Y habituados a los
recortes, este sí que es un recorte: de los 22 millones de unidades a
los 10,3, menos de la mitad. Y las previsiones para 2013 son parecidas:
44 millones en lugar de los 61 millones de las anteriores prospectivas.
El recorte no es por culpa de una falta de modelos, pues en estos
momentos ya hay en el mercado cerca de 70 modelos y otros 70 saldrán en
los próximos meses.
Nacido el Ultrabook con la pretensión de fusionar las ventajas de la
tableta y de los portátiles, no le ha dado tiempo a demostrarlo. Su
campaña de lanzamiento coincidió en plena fiebre de las tabletas, pero a
ello se sumaron sus altos precios (en torno a los mil euros), una cifra
que no justificaba ni la renovación del portátil ni aguantaba la
comparativa con la tableta. Además, pocos cumplían con la característica
de ligeros si por tal se entiende el kilo de peso. La batería también
duraba bastante menos que la de una tableta.
En este año y pico, Acer, Lenovo, Dell, Asus, HP, entre otros han
sacado modelos Ultrabook,marca registada por Intel que obliga a cumplir
el requisito de incorporar chips de Intel y, normalmente, software
de Windows. El nombre ya no es ni atractivo, pues el Macbook Air, que
lleva chips de Intel, no lo utiliza y es la marca más vendida en este
segmento.
Para relanzar el producto los expertos piden que los aparatos cuesten
no más de 700 euros y que pesen un kilo, y no dos como ocurre con los
portátiles que se encuentran por este precio, como el que acaba de
presentar Asus o los que anucnia HP para enero.
Pero aun con una rebaja de precios tan sustancial, tendrían que
competir con la rebaja de las tabletas , en donde Amazon o Google han
puesto a la venta tabletas por unos 200 euros. Si las previsiones para
los Ultrabook son a la baja, las de tabletas y smartphones son al alza.
IHS, pese a todo, pronostica que allá por 2016 se venderán 95
millones de este tipo de ordenadores (muchos menos que tabletas), pero
para ello deberán incluir nuevas herramientas como pantallas táctiles,
reconocimiento de voz, sensores de movimiento, acelerómetro, giroscopiso
o GPS.
También deberá aprovecharse de la llegada del sistema operativo
Windows 8, nacido por y para los aparatos móviles, por primera vez en la
historia de Microsoft. Esta empresa e Intel, junto a los clásicos
fabricantes de ordenadores, se juegan mucho para, primero, revitalizar
el ordenador portátil, y, segundo, para tener algún peso en el mundo
móvil, en donde están machacados por Apple, Samsung y Google.
Pese a todo, Intel, inventor del concepto Ultrabook no tira la toalla
y anuncia a 2013 como el año del renacimiento. En principio tenía que
haber sido 2011, pero Intel lo deja para el próximo, coincidiendo con su
nuevo chip, el Haswell. Para Intel, en 2013 se reinventará el pecé.
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