El pasado fin de semana es considerado clave para
muchos de quienes respaldan la iniciativa de un ciudadano catalán y de
una súbdita belga, quienes afirman ser hijos del Rey Juan Carlos I de
España: ambos se han encontrado por primera vez y ahora harán causa
común procurando que se comparen sus ADN con los del monarca.
Hasta ahora todo podía haber pasado por una simple anécdota, pero el catalán y la belga, han cotejado sus propios ADN y confirmado que son hermanos, lo que abrió un nuevo capítulo inusitado en la historia.
Todos amores impíos
Albert Solá Jiménez, que afirma ser el primogénito del rey (lo que de
comprobarse cambiaría la actual línea hereditaria de la corona
española), defiende esa postura desde 1990.
Afirma que en los años 50´ el entonces príncipe Juan Carlos hizo un
viaje de la academia militar de Zaragoza, donde estudiaba, a Barcelona.
Allí conoció a María Bach Ramon, hija de una familia de banqueros catalanes y que daría a luz a Albert, en 1956.
Apenas nacido, Albert fue arrebatado a su madre biológica y ha vivido
curiosos incidentes que le permiten afirmar su origen real, según dice,
todo lo que ha documentado y ahora espera probar a través del exámen de
ADN.
Mientras tanto Jean Marie Martí, afirma que su madre Liliane Sartiau,
conoció al entonces príncipe en Francia, en 1956. Se volvieron a
encontrar en 1966 en una feria en Luxemburgo, y 9 meses más tarde nació
Ingrid. A sus 46 años, dice que su madre un día mientras veían al rey de
España en televisión le dijo: “este hombre es tu padre”.
Ingrid conoció, gracias a un reportaje, a Albert cuando éste ya
afirmaba ser hijo de Juan Carlos. Lo contactó, y después de distintas
comunicaciones, decidieron hacerse el ADN: descubrieron ser hermanos, lo
que confirmó aún más sus sospechas.
Fuentes oficiales de la Casa Real de la Zarzuela, reconocieron conocer la iniciativa de las dos personas para que el
Rey presente un exámen de ADN, lo que consideraron absolutamente remoto
en tanto renuncia a dar credibilidad a esas historias.
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