“El Tribunal condenó a prisión perpetua a tres
militares por 16 homicidios con alevosía y absolvió a otros dos. Los
hechos fueron calificados de crimen de lesa humanidad”, dijo Gualde al
leer en rueda de prensa transmitida por televisión la sentencia del
juicio en Rawson, 1.460 Km al sur de Buenos Aires.
Argentina pedirá a Estados Unidos la extradición de un sexto
involucrado en la llamada Masacre de Trelew, el exmarino prófugo Roberto
Bravo, informó Gualde.
Durante la dictadura del extinto general Alejandro Lanusse
(1971-1973), 29 guerrilleros, entre ellos varios jefes de Montoneros
(peronistas de izquierda) y del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP,
marxista), se habían fugado en agosto de 1972 de la prisión civil de
Rawson, pero 19 fueron recapturados.
De aquellos 19 prisioneros en la Base Almirante Zar de la Marina de
guerra en Trelew, en la provincia de Chubut (Patagonia, sur), 16 fueron
ejecutados el 22 de agosto de 1972 en un presunto intento de fuga y tres
sobrevivieron.
La masacre de Trelew, según los historiadores, marca un hito en el
proceso de militarización de organizaciones políticas que combatían
primero a la dictadura de Lanusse y luego a la que inició el exgeneral
Jorge Videla (1976-1983), además de ser el primer hecho represivo de
fuerte impacto en la opinión pública.
Los condenados este lunes fueron los excapitanes de la Marina Luis
Sosa y Emilio Jorge Del Real, y el cabo Carlos Marandino, en tanto que
fueron absueltos los excapitanes Rubén Paccagnini y Jorge Bautista.
El valor de la sentencia es que “se califica como crimen de lesa
humanidad a hechos ocurridos antes de la última dictadura”, que empezó
con el golpe de Estado encabezado por Videla en 1976, dijo Gualde.
Videla (86 años) cumple prisión perpetua, en el marco de una masiva
reapertura de causas que llevó a la cárcel a decenas de jefes militares y
policiales.
Un grupo de los guerrilleros, entre ellos varios jefes, logró
secuestrar un avión y partir a Chile, gobernado entonces por el
presidente socialista Salvador Allende, quien les permitió a los fugados
seguir viaje a Cuba.
En cambio, un grupo de 19 llegó tarde al aeropuerto de la región y
fue recapturado, luego de entregarse bajo condición de no sufrir
represalias.
Entre los jefes de las organizaciones armadas que lograron abordar el
avión y despegar estaba Enrique Gorriarán Merlo (ERP), quien años
después participó en la revolución sandinista en Nicaragua y en el
asesinato del exdictador nicaragüense Anastasio Somoza.
En enero de 1989, Gorriarán Merlo condujo el fallido intento de
ocupar un cuartel en La Tablada (periferia oeste de Buenos Aires), lo
que provocó decenas de muertos bajo el gobierno de Raúl Alfonsín
(1983-1989).
La versión oficial de la dictadura de Lanusse fue que el grupo de 19
guerrilleros intentó fugarse nuevamente, esta vez de la base Almirante
Zar.
Otro que logró huir en el avión fue Fernando Vaca Narvaja, uno de los
exjefes de la disuelta Montoneros, quien preside actualmente la empresa
estatal Tren Patagónico en Chubut.
Los tres sobrevivientes de los fusilamientos, Alberto Camps, Ricardo
Haidar y María Antonia Berger, fueron secuestrados y desaparecidos
durante la última dictadura militar.
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