Un tiroteo en una escuela de educación primaria de Newtown,
Connecticut (EEUU), ha dejado 26 personas asesinadas, entre ellas 20
niños de entre cinco y 10 años, según fuentes policiales. Además, han
fallecido el propio agresor y otro familiar hallado muerto en la casa
del asesino.
El autor de los disparos, un joven de 20 años identificado como Adam
Lanza -aunque la policía se ha negado posteriormente a confirmar su
nombre-, se suicidó tras la masacre, según 'The New
York Times'. Su cuerpo se encontró dentro del recinto escolar. En un
principio se pensaba que la madre del asesino también había muerto en el
colegio pero, a falta de confirmación oficial, fuentes policiales han
filtrado que su cadáver fue encontrado en el domicilio familiar, por lo
que la cifra de fallecidos ascendería a 28.
El joven, vestido con ropas negras entró en la escuela con dos armas y tenía otra en su coche,
un rifle. Se dirigió al despacho del director, al que disparó a
bocajarro, y de allí encaminó sus pasos a la clase de su madre, donde
desató la masacre. Según ha informado Dannel Malloy, el gobernador de
Connecticut, 18 niños y seis adultos fallecieron en la escuela y otros
dos menores en el hospital. Aún hay una persona gravemente herida.
"Nunca puedes estar preparado para este tipo de incidente. Lo que ha pasado va a dejar una marca en esta comunidad y en todas las familias a las que ha impactado", dijo Malloy.
Su hermano mayor, Ryan, de 24 años y al que al principio confundieron con el asesino, fue retenido e interrogado
por la policía, que concluyó que aparentemente no está implicado en el
tiroteo. Ryan no estaba en el lugar de los hechos. También están
interrogando a los compañeros de piso del supuesto asesino.
En una rueda de prensa, Paul Vance, portavoz de la policía estatal,
ha afirmado que "la zona ya es segura y que no hay más personas en
peligro" y ha tratado de tranquilizar al resto de escuelas del distrito.
Al conocer la noticia, el hospital Danbury, el más próximo al colegio, cerró las Urgencias y se puso en alerta para recibir a los heridos. Sin embargo, de poco sirvió porque pocos de los disparados sobrevivieron.
Una niña entrevistada
por la NBC explicó que escuchó como "siete 'booms', grandes
explosiones" cuando estaba en clase de gimnasia. Los niños evacuados de
la escuela relataron a la salida del centro el horror vivido: "Nos
dijeron que cerráramos los ojos", contó una pequeña de nueve años.
Richard Wilford, padre de un alumno de la escuela, se preguntaba
desesperado: "¿Qué piensa un padre dirigiéndose a una escuela donde hay
un tiroteo? Es el momento más aterrador de la vida de un padre (...) No tienes ni idea".
Obama, conmocionado
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, fue informado del
incidente una hora después de que ocurriera y está recibiendo
actualizaciones constantes de la situación, según informó la Casa
Blanca. Obama telefoneó al gobernador de Connecticut, Dan Malloy, para
enviar sus condolencias a las familias de las víctimas. En una comparecencia,
visiblemente emocionado, ha mostrado su voluntad de "reunirse con quien
sea necesario para evitar que estos hechos se repitan".
Se trata de la mayor tragedia de una escuela estadounidense y del séptimo tiroteo en un centro de enseñanza este año, que han dejado en total 39 muertos. Obama ha ordenado que las banderas de los edificios oficiales se mantengan a media asta.
La policía recibió una llamada de emergencia
contando que había disparos en la escuela a primera hora de la mañana.
El Senador Chris Murphy ha declarado que está "conmocionado y triste por
las terribles noticias. Rezo por esos niños, por el profesorado y por
sus familiares para que puedan estar a salvo lo antes posible".
Newtown tiene una población de 27.000 habitantes. El colegio en el
que se ha producido el tiroteo atiende a niños desde primaria hasta
cuarto grado. Es uno de los cuatro centros de primaria que hay en el
distrito y cuenta con 626 estudiantes, además de 46 adultos que forman la plantilla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario