Al instante de recibir la noticia, los marinos de la fragata
descorcharon una botella de champagne –la única que había en la nevera- y
lanzaron sus gorras al aire en señal de júbilo por la pronta liberación
del navío. El Tribunal Internacional sobre el Derecho del Mar, con sede
en Alemania, ordenó liberar al buque escuela de bandera argentina, que
estaba retenido desde el pasado 2 de octubre en un puerto de Ghana.
Ese día, la Corte Comercial del país africano avaló una demanda del grupo NML Capital que pedía el embargo del barco por una deuda impagada del Estado argentino.
La Casa Rosada se negó a devolver los 370 millones de dólares que
reclama el fondo de capitales norteamericanos, por los bonos que había
adquirido a principios del 2001. Asimismo, el gobierno de Cristina
Kirchner rechazó el pago de una fianza de 20.000 dólares, para que la
fragata pudiera zarpar desde el puerto de Tema. La presidenta se mantuvo
firme en su decisión de no negociar con el grupo que tiene su sede en
las Islas Cayman, al que considera un 'fondo buitre' que se vale de la
usura para acrecentar sus ganancias.
A causa del conflicto entre Buenos Aires y la justicia ghanesa, el barco en que completan su formación los cadetes de la Armada quedó amarrado a un muelle de la dársena 2 con sus tripulantes convertidos en turistas forzados de aquel país de la costa occidental de África.
En su veredicto, el magistrado japonés Shunji Yanai consideró válido el argumento de los juristas argentinos, según el cual un
buque de guerra no puede ser embargado debido al estatus diplomático
que le confiere la Convención sobre el Derecho del Mar de la ONU.
Yanai afirmó que la justicia de los países signatarios de la
convención, como Ghana, está subordinada a las leyes internacionales. El
magistrado nipón amonestó a su homólogo ghanés Richard Adjei Frimpong,
quien dispuso la retención del Libertad, por haberse excedido en sus
fueros.
"La decisión del tribunal es una lección para los fondos de dudosa legalidad que se creen por encima de la soberanía de los pueblos.
Hoy es un día de júbilo no sólo para Argentina sino para todos los
países que son sometidos a esa clase de extorsiones", declaró Cristina
Kirchner, al tomar conocimiento de la liberación del navío.
Todavía queda camino
A pesar de la euforia que estalló a bordo del Libertad y al otro lado
del océano, se estima que la fragata de tres palos no regresará al
puerto de Buenos Aires antes del próximo 9 de enero, según informa EFE.
El ministro argentino de Defensa, Arturo Puricelli, explicó que el
próximo martes partirá desde el aeropuerto de Ezeiza un contingente de
marinos para sumarse a los tripulantes que han permanecido a bordo del
buque e iniciar el viaje de regreso a Argentina y señaló que la orden de
liberación de la nave dictada hoy por el Tribunal del Mar "es un
espaldarazo al pueblo argentino".
Aún queda por zanjar la disputa entre la Armada argentina y las
autoridades ghanesas, acerca de quién debe sufragar los gastos de la
prolongada estancia del buque en Tema. El director del puerto, Michel
Macoi, alega que el amarre de la fragata en un muelle comercial ocasionó
una pérdida de 200 millones de dólares.
De su parte, las autoridades navales argentinas acusan a las de aquel
puerto, de ejercer presión sobre los marinos, privándolos de alimentos y
dejándolos sin energía eléctrica para la iluminación y el aire
acondicionado.
Debido a las duras condiciones que afrontaban los marinos, el pasado 5 de noviembre se dispuso la evacuación de 281 tripulantes, quienes regresaron a la Argentina en un avión fletado a Air France.
Poco después, los 43 hombres que quedaron en el navío esgrimieron sus
armas cuando un grupo de inspectores ghaneses quiso subir a bordo.
El conflicto de ultramar puso en evidencias los desaciertos de la
diplomacia argentina. Un día antes de que la fragata amarrara en Tena,
los prácticos de ese país advirtieron al capitán Pablo Salonio, acerca
de las acciones que había emprendido el grupo MNL Capital ante la
justicia y de la posibilidad de que el barco fuese retenido. El oficial
avisó a Buenos Aires del peligro que se corría, pero el canciller Héctor
Timerman desestimó la advertencia.
Pese a todos los contratiempos, los marinos del Libertad agradecieron
a las autoridades civiles los esfuerzos que desplegaron para devolver a
la Dama Blanca, como la llaman, a aguas argentinas. "Hoy es el día más
feliz de mi vida. Ojalá que no se repita la situación que vivimos. Pero
si ocurriera, cumpliríamos con nuestro deber", comunicó un oficial del
navío a sus superiores en la base naval de Bahía Blanca.
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