Primero eran los días de espera hasta que llegara una carta. Internet
recortó el tiempo. Los ordenadores con webcam ya te permitían verle (o
verla) a tiempo real. Pero lo que ninguna tecnología te permitía era
sentirle... Hasta ahora.
Como si se tratara de una película de ciencia ficción, las nuevas tecnologías también están encontrando su hueco en la industria del sexo. Ahora, que tu pareja o 'amigo/a' viva lejos ya no será un problema para sentirle, en todos los sentidos, cerca.
Klic-Klic, una empresa de Girona, ha conseguido crear el primer
juguete erótico 3.0. ¿Cómo? Piense en un juguete erótico, kilómetros de
distancia y una videoconferencia en tiempo real con su pareja
traspasando los límites de la imagen y la voz para llegar a los
sentidos. El conocido como sexo virtual ahora ya es pasado.
"Nuestro objetivo es acortar las distancias entre las parejas.
Klic-klic supera la interacción social en internet, basada hasta ahora
en la voz, el texto y el audiovisual, para alcanzar una nueva realidad:
la capacidad de transmitir sensaciones", explica a ELMUNDO.es Andreu
Carulla, diseñador de este nuevo aparato. "La idea es superar la
distancia entre la pareja, de cualquier sexo, desde un punto de vista
tan importante como la comunicación sexual", subraya.
¿Cómo funciona?
Tal y como explica Carulla, la idea nace de Narcís Bosch, director de
cine para adultos e ideólogo de Klic-Klic. "Por aquel entonces tenía a
su novia viviendo al otro lado del Atlántico y le daba vueltas a esta
idea, cuyo embrión ya aplicó en su película 'The Game'", recuerda.
"Cada miembro de la pareja tiene uno de nuestros juguetes
inteligentes. Éstos incorporan dos dispositivos: uno para el modo
individual, que capta el movimiento que estás realizando y lo devuelve
según el grado de intensidad de los estímulos. Además, incorporan más
geometrías que la vagina normal, de la misma forma que también presenta
una curvatura mayor que un pene, a la vez que es más marcado", explica.
El otro modo es el de pareja "donde, con ayuda de la tecnología
Bluetooth -hasta 15 metros- o internet, los sensores del aparato activan
un dispositivo que pone en marcha dos motores que llevan los Klic-Klic,
lo que se traduce en vibraciones y sensación de profundidad. Lo novedoso es que se detectan las sensaciones e impulsos de la pareja,
aumentando y mejorando las acciones realizadas por cada miembro de la
pareja gracias a estas estrías y geometrías nuevas", comenta Carulla.
"Hemos empezado a comercializarlo el pasado 14 de septiembre en el
territorio nacional y a partir de enero de 2013 queremos venderlo a
nivel internacional, ya que desde varios países se han interesado por
este proyecto. Aunque podríamos decir que Klic-Klic es como el 'Skype de
las sensaciones', intentaremos que no se 'cuelgue' tanto para que no
haya muchos coitos interruptus", se ríe Carulla.
Más serio, Carulla explica que la industria del sexo suele estar muy
compartimentada en cuanto a sus productos. "Normalmente ciertas cosas
sólo van dirigidas para mujeres, y otras muchas van para los hombres.
Pero nuestra idea es democratizar todo eso y desmitificar estos objetos.
Nos gustaría que la gente viese esto como una oportunidad para ayudar a
las parejas que están distanciadas, independientemente de que sean
gays, lesbianas o heterosexuales, nos dirigimos a todos los públicos".
Diseño sobrio
En cuanto a su diseño, los autores explican que han buscado los "materiales más saludables que hay en el mercado".
"En cuanto a los materiales, y evitando que haya problemas de alergias,
todos están hechos de silicona médica, evitando el látex que es lo que
más problema suele dar. Además, avisamos de que como el resto de
consoladores, no se puede utilizar sin lubricantes, los cuales también
vendemos y tienen base de agua para que deslice más y no reseque".
¿Y en cuanto al diseño? "En este mercado existe mucho colorido como
para diferenciarse del resto y dar más personalidad al producto.
Nosotros, al contrario, hemos buscado colores sobrios (blanco o negro) y
formas sobrias y elegantes, ya que creemos que la personalidad de
nuestro producto es el aparato en sí. Hemos trabajado mucho la textura y
sensibilidad del material. Ocupa lo que una botella de agua de unos 30
cc, lleva una carcasa protectora, ya que otro requisito es que sea
higiénico y de fácil limpieza, y a primera vista nadie se imagina lo que es", describe Andreu.
Pero Klic-Klic, que ya se puede adquirir a través de su página web,
todavía no ha dicho su última palabra aunque todavía sea un 'recién
nacido'. "Estamos pensando en nuevas formas para seguir mejorando el
producto. Aunque todavía es muy pronto para saber si podremos
conseguirlo, nuestra idea es potenciar al máximo su tecnología para
conseguir desde grabar secuencias de impulsos para poder utilizarlas
cuando se quiera, hasta ver películas dobladas que se puedan sentir,
pero todo esto es todavía una idea", explica Carulla.
Hasta que esto pueda ser una realidad, parece que Klic-Klic ha nacido
con el agrado de muchos curiosos. "Nuestro producto será la estrella de
Festival Internacional de Cine Erótico de Barcelona (FICEB) y, aunque
todavía es muy pronto para hablar de cifras de venta, sí lo podemos
hacer en cuanto a visitas de la web: 6.000 sólo el primer día".
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