Sandra Ávila Beltrán saldrá en libertad y será deportada a México una
vez que cumpla, el próximo 28 de julio, la sentencia a 70 meses de
prisión que le fue impuesta este miércoles por una corte federal de
Miami. Beltrán, conocida bajo el alias de la reina del Pacífico,
fue detenida en la Ciudad de México el 28 de febrero de 2007, junto a
su novio, el narcotraficante colombiano Juan Diego Espinosa, alias El Tigre.
En agosto de 2012, fue extraditada Estados Unidos y acusada de
conspirar para importar y distribuir cocaína a este país entre 1999 y
2004. Pero estos cargos fueron desestimados y hoy Beltrán solo fue
condenada por tratar de evitar la captura de su novio.
La reina ya se había declarado culpable de este crimen.
El 23 de abril de 2013, Sandra Ávila Beltrán admitió haber colaborado
económicamente para evitar la captura de Espinosa, quien ha sido
señalado de actuar como enlace entre el Cartel del Norte del Valle de
Colombia y el Cartel de Sinaloa de México. La declaración de Beltrán fue
posible luego de siete meses de negociación entre sus abogados
defensores y la Fiscalía de Estados Unidos. Por este delito, “asesoría
después de un hecho”, el juez Michael Moore la ha condenado este
miércoles a 70 meses de prisión (cinco años y ocho meses), que Beltrán
ha purgado de antemano en las cárceles de México y Estados Unidos.
“El tiempo de su condena ya se cumplió. Ahora va a pasar a custodia
de (las autoridades) de inmigración y luego va a ser deportada a
México”, ha explicado a este periódico el abogado defensor Steven Ralls.
El domingo 28 de julio es el día exacto en el que Beltrán completará su
condena y su deportación se llevará a cabo en los días siguientes, “en
no más de un mes”, aspira su abogado. Una vez en México, se reunirá con
sus familiares, en Guadalajara.
Las autoridades mexicanas han anunciado que no actuarán en contra de
Ávila Beltrán puseto que no existe ninguna investigación ni orden de
detención en su contra.
Como es usual, Beltrán entró a la sala erguida y saludó con una
sonrisa al público y a los pocos familiares que le acompañaron a
escuchar su sentencia. “Estoy muy feliz (por el resultado)”, se limitó a
comentar una de sus sobrinas, con lágrimas en los ojos, que prefirió no
dar su nombre. “Esta sentencia le dio gusto a Sandra pero a la vez le
dio tristeza, porque tuvo que pasar seis años probando su inocencia”,
agregó el abogado Ralls.
La extradición de Sandra Ávila Beltrán a Estados Unidos ocurrió el 12
de agosto de 2012. Entre los eventos de los que se le acusaba entonces,
estaba el de intentar enviar a Estados Unidos nueve toneladas de
cocaína, que fueron decomisadas en el puerto de Manzanillo, la ciudad
más poblada del Estado de Colima, ubicada en la costa pacífico de
México. Una y otra vez, Beltrán se declaró “no culpable” de estos cargos
y el año y medio siguiente, la Fiscalía de Estados Unidos no logró
demostrar lo contrario.
Sandra Ávila Beltrán proviene de una familia históricamente ligada al
narco mexicano: es sobrina Miguel Ángel Félix Gallardo y familiar por
la vía paterna de Rafael Caro Quintero, ambos cofundadores del Cartel de
Guadalajara, una de las más grandes organizaciones criminales de México
durante la década de los 80, vinculadas con el tráfico de heroína,
marihuana y cocaína hacia Estados Unidos. Con los años comenzó a
conocérsele como la reina del Pacífico.
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