Después de tan sólo tres audiencias en las que en han sido llamados a
declarar únicamente nueve testigos, tras 10 horas en total de juicio...
hoy se cierra el proceso contra Paolo Gabriele, el ex mayordomo del Papa y único acusado del Vatileaks, el escándalo de la fuga de documentos reservados que ha sacudido en los últimos meses a la Santa Sede.
Desde las 9:10 horas el fiscal vaticano Nicola Piccardi protagoniza
la cuarta y última audiencia en la que hará su petición de pena.
Después la abogada defensora del ayuda de cámara pronunciará su
arenga final y el propio Gabriele tendrá ocasión de dirigir una palabras
finles a los tres magistrados encargados de juzgarles. Y a
continuación, los tres jueces se encerrarán a deliberar la sentencia...
O mejor dicho, la condena. Porque se da por descontado que el hombre de durante seis años formó parte del círculo más íntimo de Benedicto XVI
(léase la llamada 'familia pontificia'), que ayudaba al Papa a
vestirse, que le abría la cama, que le servía las comidas y que muchos
días se sentaba a su mesa, será declarado culpable de robo, un delito
por el que con las conisguienets agravantes le podrían caer hasta seis
años de cárcel.
Aunque 'Paoletto' se ha proclamado inocente durante el proceso, las
posibilidades de que sea absuelto son prácticamente inexistentes. Sobre
todo porque él mismo ha reconocido haberse llevado del despacho del Papa
numerosos papeles y cartas confidenciales. Además, y por si fuera poco,
durante el registro de ocho horas llevado a cabo en su apartamento por
miembros de la gendarmería del Vaticano fueron confiscadas 82 cajas de presuntas pruebas contra él, incluidos más de un millar de documentos (entre originales y fotocopias) propiedad del Papa.
Y si la condena está prácticamente cantada lo que también se da por
sentado es que 'el cuervo', como ha sido bautizado el mayordomo, será
agraciado con el indulto del Papa. Para empezar porque el perdón es una
algo que la Iglesia siempre ha predicado, y ahora tiene una ocasión
perfecta para ponerlo en practica. Además Gabriele se ha mostrado
arrepentido -durante el juicio se ha declarado culpable "de haber
traicionado la confianza del Papa", al que asegura querer como un hijo a
un padre- y hace ya meses que a través de una carta le solicitó
indulgencia a Benedicto XVI. No está claro es cuando el Pontífice
mostrará su benevolencia y perdonará a su ex mayordomo, pero podría
hacerlo hoy mismo.
Sin embargo, la inmensa mayoría de los expertos considera que muy
probable condena de Paolo Gabriele no cierra el Vatileaks, el escándalo
de documentos que ha sacado a la luz las corrupciones y luchas internas
que tienen lugar en el Vaticano. El propio mayordomo había
confesado durante un interrogatorio en la cárcel que en total eran 20
las personas implicadas en la trama, aunque durante el proceso
se ha retractado y ha dicho que actuó sólo, sin cómplices, y que lo
único es que se sintió 'sugestionado' a airear los entresijos más sucios
del Vaticano ante los comentarios y quejas de algunas personas,
incluidos dos cardenales de los que ha dado nombres y apellidos: Paolo
Sardi y Angelo Comastri. "Aténgase por favor a los cargos de los que se
le acusa", le frenó en seco el presidente del tribunal vaticano que lo
juzga, Giuseppe Dalla Torre.
Lo más probable es que con la condena y posterior indulto del
mayordomo del Papa, el Vaticano dé el carpetazo definitivo al Vatileaks.
A pesar de que Gabriele sólo ha sido juzgado por robo de documentos y
no por los delitos más graves que se esconden detrás del Vatileaks -como
por ejemplo, el de violación de la seguridad del Estado- la Santa Sede
no tiene mucho interés en seguir hurgando un caso que tanto daño ha
hecho a su imagen pública. Además, si Gabriele es indultado por Benedicto XVI
no tendría mucho sentido que el Vaticano volviera a sentarle en el
banquillo por un delito relacionado con el que ya le ha valido la gracia
del Pontífice.
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