La onda expansiva de las revelaciones de Edward Snowden continúan. Tras sacar a la luz el lunes que Brasil había estado en el punto de mira de la Agencia de Seguridad Nacional estadounidense (NSA, en sus siglas en inglés), las ediciones del martes de los diarios O Globo y The Guardian
(brasileño y británico, respectivamente) dan a conocer documentación
que apunta a que el programa de captación de datos llevado a cabo por
Washington también se extendió por varios países latinoamericanos, entre
los que están Colombia, México, Venezuela y Perú. El ministro brasileño
de Asuntos Exteriores, Antonio Patriota, ha afirmado que su país aún
está esperando una respuesta de Estados Unidos.
Según un artículo publicado el martes en O Globo, que también firma Glenn Greenwald, el periodista de The Guardian que se entrevistó con Snowden en Hong Kong, entre enero y marzo de este año agentes de la NSA utilizaron el programa Boundless Informant
("informante sin límites", en inglés) para catalogar llamadas de
teléfono y accesos a internet. Siempre según la documentación
supuestamente de Snowden, durante un periodo específico, del 2 al 8 de
febrero, los agentes estadounidenses también hicieron uso de Prism, el supuesto programa elaborado
con la colaboración con gigantes de internet como Google o Facebook -
colaboración negada por estos últimos - para recopilar datos de
comunicaciones personales.
Ambos diarios también aseguran que la NSA, en colaboración con la
Agencia Central de Inteligencia (CIA) estadounidense, mantuvo oficinas
en Brasilia, Bogotá, Caracas, México y Panamá. En el caso brasileño,
según la documentación supuestamente filtrada por Snowden, el equipo
conjunto tenía la tarea de compilar datos procedentes de un programa
específico llamado Fornsat. Toda esta información se coordinaba en una
base de operaciones de la NSA en Puerto Rico, un estado libre asociado
con EE UU. No hay informaciones sobre lo que hacían los equipos en las
otras oficinas latinoamericanas, ni si mantuvieron estos programas
después de 2002. Siempre según estos diarios, 65 ciudades en todo el
mundo acogían esta clase de equipos especiales.
El artículo de O Globo afirma que, según los documentos
filtrados, Estados Unidos no utilizó estos sistemas para captar
únicamente información de interés militar o de seguridad nacional, sino
también para sus propios intereses económicos en la zona. Así, según el
diario carioca, la NSA habría captado con Prism información sobre
compras de armas efectuadas por el Gobierno venezolano, datos sobre la
política energética y la lucha contra el narcotráfico en México, y
habría seguido los movimientos de las FARC en Colombia.
Una serie de mapas publicadas por el rotativo brasileño dan a
entender que la NSA implantó en varios países latinoamericanos su
sistema X-Keyscore, que identifica mensajes y llamadas telefónicas por
el idioma de la conversación. Este sistema habría sido implantado en
México, Perú, Venezuela y Colombia, así como en Brasil y en la mayor
parte de estados de América Central.
Aunque, según la documentación citada por O Globo, Brasil
fue el país más vigilado por la NSA en términos absolutos, es Colombia,
el segundo en la lista, el que parece haber atraído más la atención de
la inteligencia estadounidense. El artículo recuerda que Colombia tiene
con Estados Unidos una relación de cooperación, especialmente en el
ámbito militar, sin parangón en el resto del continente. En marzo,
cuando el entonces presidente venezolano Hugo Chávez agonizaba en
Caracas, las agencias de información redoblaron sus captaciones de datos
tanto en Venezuela como en Colombia.
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