Rafael Correa ha asegurado este sábado que el destino de Edward
Snowden - el joven exasesor de la inteligencia EE UU que denunció el espionaje masivo por parte de EE UU
- se encuentra en estos momentos “en manos de las autoridades rusas”,
puesto que su Gobierno no puede tramitar la solicitud de asilo hasta que
se encuentre en territorio ecuatoriano. El preside ecuatoriano ha hecho
estas declaraciones en la televisión ecuatoriana, en una jornada en la
que se ha referido a la situación del analista informático en distintas ocasiones.
En otra intervención televisiva, Correa reconoció que el cónsul
ecuatoriano en Londres, Fidel Narváez, expidió un salvoconducto de
refugiado al estadounidense, pero aseguró que fue una decisión
individual de este funcionario y que su Gobierno no conocía de este
hecho. En consecuencia, Correa anunció una sanción para el cónsul por su
ligereza. “Se extralimitó en sus funciones ese cónsul, tendrá la
sanción del caso”, dijo Correa y añadió que el documento expedido no
tiene validez.
Las declaraciones de Correa fueron una especie de respuesta a la cadena de televisión Univisión, que el jueves pasado publicó en su portal de noticias una copia del salvoconducto
ecuatoriano que poseía Snowden y que lo habría ayudado a viajar hasta
Moscú. La noticia de la cadena de noticias daba entender que el
presidente conocía del hecho y esto fue lo que Correa negó
reiteradamente y pidió a Univisión que probara su afirmación.
Siguiendo con el recuento del caso Snowden, el mandatario ecuatoriano
dijo que el viernes pasado recibió una llamada del vicepresidente de
Estados Unidos, Joe Biden, que le emplazó a rechazar la solicitud de asilo del extrabajador de la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos.
Correa relató parte de la conversación que mantuvo con Biden: “El me
decía: ‘el Sr. Snowden es fugitivo de la justicia americana, no tiene
pasaporte’. Y yo le dije que los Isaías son fugitivos de la justicia
ecuatoriana y tampoco tienen pasaporte y no nos lo extraditan”.
Los hermanos William y Roberto Isaías fueron los del dueño de un
banco que fue intervenido por el Estado entre 1998 y 1999, pero un año
después, en la víspera de la mayor crisis financiera en Ecuador, se
fugaron a Estados Unidos. En 2012 fueron condenados por un tribunal
ecuatoriano a 8 años de prisión por malversación del dinero público.
Sin embargo, el presidente ecuatoriano señaló que la conversación
telefónica fue muy cordial y aseguró que le agradeció su llamada. “Le
dije que apreciamos mucho a Estados Unidos, que no hemos buscado esta
situación. Que no la tome como que somos antiestadounidenses, que es lo
que trata de posicionar cierta prensa de mala fe”. También aseguró que
transmitió a Biden el mensaje de que si Snowden llega a suelo
ecuatoriano “por supuesto a los primeros en preguntarle su opinión será a
Estados Unidos”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario