La Fiscalía Anticorrupción ya ha entrado a fondo a investigar las cuentas del Partido Popular
en los últimos 13 años, tras solicitar a la Agencia Tributaria
información sobre todos los pagos declarados por esta formación política
desde 2000, según indicaron ayer a este periódico fuentes judiciales.
Anticorrupción estudia ampliar su investigación también a las cuentas
del PP en los años noventa.
En la contabilidad que maneja Luis Bárcenas,
gerente del PP entre 1990 y 2008 y tesorero nacional desde ese año
hasta mediados de 2009, se anotaron pagos periódicos (trimestrales o
semestrales) a todos los secretarios generales y vicesecretarios
generales que ha tenido el partido desde 1997, y a Mariano Rajoy como presidente de esta formación a partir de 2004, cuando sucedió a José María Aznar en el puesto.
Según las fuentes consultadas, se citará a Luis Bárcenas
para que testifique y detalle cuánto conozca sobre todo el historial de
pagos e ingresos del PP y los papeles manuscritos que se le atribuyen.
Por otro lado, con independencia de su testimonio, Anticorrupción
verificará la realidad de cada asiento contable que figuraba en tal
registro de pagos e ingresos difundido. La investigación se inició de
oficio el pasado 24 de enero a partir de las noticias publicadas. De
modo inmediato, se cursó la petición de datos a Hacienda y al Tribunal
de Cuentas. La Fiscalía Anticorrupción pretende cotejar el origen de ese
documento por distintas vías, así como confirmar si los datos anotados
son ciertos. Diversos peritos calígrafos
han sostenido en estudios elaborados para varios medios de comunicación
que la letra manuscrita de los papeles pertenece al extesorero.
Al menos media docena de dirigentes del PP
que cobraron ocasionalmente dinero por diversas cuestiones,
principalmente relacionadas con el problema del terrorismo, han
confirmado a EL PAÍS que recibieron las cantidades que figuran anotadas
en las cuentas de Bárcenas.
Fuentes de la investigación estiman que, de confirmarse los datos
registrados en los cuadernos de Bárcenas, no habría delito fiscal por
parte de los perceptores, ya que no habrían llegado a la cantidad de
120.000 euros defraudados. Pero no descartan que el Partido Popular, por
la suma de tales abonos a sus cargos, sí hubiera incurrido en dicho
delito en el caso de no haber realizado la retención fiscal por dichos
supuestos pagos.
La Fiscalía Anticorrupción también ha solicitado al Tribunal de
Cuentas la contabilidad que aportó este partido al organismo
fiscalizador desde 2000 y los informes que se hicieron tras el estudio
de esa documentación.
Con este sistema, los investigadores de la Fiscalía Anticorrupción
pretenden contrastar los datos de la contabilidad oficial con los que
aparecen reflejados en las cuentas de Bárcenas. En ellas se registraban
entradas de dinero en forma de aportaciones de empresas —muchas de ellas irregulares,
pues excederían el máximo permitido por la Ley de Financiación de
Partidos Políticos— y salidas en forma de pagos por servicios de
funcionamiento ordinario y extraordinario del partido —encargo de
encuestas o informes jurídicos, ayudas a víctimas de ETA...—, junto a
supuestos pagos de remuneraciones periódicas a la cúpula del Partido
Popular.
La Fiscalía Anticorrupción también quiere verificar, si se
comprobaran ciertas donaciones de empresarios al PP, si existieron o no
irregularidades en el cumplimiento de la Ley de Financiación de Partidos
Políticos. También pretende analizar si las donaciones tuvieron
relación con la adjudicación de contratos públicos por parte de
Administraciones gobernadas por el PP. Además de la investigación sobre
las cuentas del PP, la Fiscalía Anticorrupción citó ayer como testigo al exdiputado nacional del PP Jorge Trías-Sagnier, abogado, escritor y amigo de Luis Bárcenas, para que declare mañana en relación con esta causa.
Trías-Sagnier declaró a EL PAÍS: “He visto la contabilidad que me han enseñado, pero no puedo acreditarlo”. Y publicó un artículo titulado ¿Sombras o certezas?,
en el que aseguraba: “Por lo que yo pude saber, sí se entregaban sobres
con dinero en efectivo que servían como complemento del sueldo que
percibían algunos dirigentes. Creo que la cantidad máxima eran unos
10.000 euros al mes o su equivalente en pesetas antes de la moneda
única. De ahí hacia abajo se percibían cantidades menores, según los
cargos y responsabilidad. La mayoría de diputados y dirigentes del PP no
percibía nada de esas cantidades. Y es por ellos, y especialmente por
quienes les votaron, por lo que deberían dar una explicación, tanto
Cospedal como Rajoy, que son quienes ahora dirigen el partido”.
Anticorrupción quiere conocer ahora qué pudo saber Jorge
Trías-Sagnier y qué fuentes de información utilizó para conocer esos
detalles sobre el supuesto pago de complementos salariales a altos
cargos del PP.
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