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jueves, 5 de julio de 2012

Un cigarrillo de mentira, la causa de la gran operación policial en Londres

Una falsa alerta terrorista obligó a cerrar al tráfico la autopista M6 y a evacuar un autobús de 48 pasajeros en las cercanías de Londres, ante las sospechas provocadas por una pasajero que derramó un líquido en un caja o en una bolsa y provocó una nubareda sospechosa.

Al cabo de cinco horas, sin embargo, la policía local de Staffordshire descartó que existiera una amenaza real y aseguró que ningún pasajero había estado en peligro o que existieran "sospechosos". Según el comunicado de la policía, "siendo la seguridad de los pasajeros su única preocupación", se desplegó un amplio cordón de seguridad en la zona, "proporcional" al peligro y tratando el caso con "la mayor seriedad".

Según fuentes policiales, lo que desató todas las alarmas fue un cigarrillo de mentira. El vapor de humo que desprende estos artilugios para dejar de fumar hizo creer a un pasajero que se trataba de una sustancia química peligrosa. Después de comprobar que el incidente se debió a un cigarrillo electrónico, los agentes permitieron que el autobús siguiera su trayecto.

Todo empezó a las 8,20 de la mañana, cuando la policía recibió una llamada alertando sobre las acitividades sospechosas de un pasajero en el autobús de la compañía 'low cost' Megabus que cubría el trayecto entre Pedelton y la estación londinense de Victoria, donde tenía previsto llegar a las 10,55 de la mañana a que supuestamente derramó un líquido que hizo salir humo de una bolsa.

El conductor fue alertado y se vio obligado a detener el autobús ante un peaje. La autopista quedó cortada en ambos sentidos y el tráfico quedó colapsado a lo largo de más de 20 kilómetros. La presencia de los artificieros y de la policía militar disparó aún más la psicosis terrorista, a falta de tres semanas el comienzo de los Juegos Olímpicos.


Los pasajeros fueron obligados a sentarse en la calzada en dirección norte, separados unos de otros, mientras que eran rodeado por los oficiales. Perros rastreadores y oficiales forenses también fueron movilizados para ayudar en la búsqueda.

Como medida precautoria, y temiendo la presencia de algún agente químico, la policía dio órdenes a los autmovolistas para cerrar las ventanas. Una decena de coches de bomberos y varias ambulancias dieron aún más dramatismo a la escena, que se prolongó durante más de cuatro horas.

Scotland Yard insistió sin embargo que ni este incidente, ni la detención de seis sospechosos de terrorismo esta mañana en Londres, guardan relación con la inminencia e la cita olímpica.

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