Los datos de RealtyTrac, publicados en pleno escándalo por las irregularidades en los embargos, revelan que un tercio de las viviendas que salieron al mercado en septiembre habían sido desahuciadas. Cifras que augura caerán, a raíz de la suspensión en las ejecuciones anunciadas por las hipotecarias.
Los fiscales en los 50 Estados del país están examinando las prácticas seguidas por bancos como JPMorgan Chase, que acaba de poner aparte otros 1.000 millones de dólares para hacer frente a litigios. El coste potencial del fisco arrastró con los títulos del sector financiero en Wall Street.
El dato es el último recordatorio de lo grande que es el agujero en el mercado inmobiliario. "Si los bancos no aclaran rápido la situación y los problemas afectan a más entidades, eso afectará no solo a las ventas de viviendas morosas y causará más incertidumbre en los precios", advierte RealtyTrac. Por eso los reguladores en EE UU piden a los bancos que distingan cuanto antes los procedimientos que son legítimos de los dudosos. Y consideran que una moratoria nacional hasta que se aclare la situación tendría consecuencias no deseadas para el sector inmobiliario y la economía.
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