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jueves, 22 de julio de 2010

Empresario murió quemado al caer ebrio sobre estufa a leña

Un empresario español, de 66 años, pereció quemado en un amplio salón de su complejo turístico del balneario de Piriápolis. Antonio Mulero Cervantes fue encontrado con gran parte de su cuerpo carbonizado, caído al borde de una estufa a leña. Ese día había participado en un almuerzo con larga sobremesa junto a amigos y familiares, y había bebido alcohol en abundancia desde la mañana.

Este era uno de los dueños del complejo turístico "Laderas del Cerro", ubicado sobre el cerro del Toro en Piriápolis, donde anteriormente funcionaba un complejo de la Asociación Cristiana de Jóvenes, con ingreso en la intersección de las calles Zolezzi y Las Piedras. Era uno de los dueños junto a un hermano y otro ciudadano de origen español que viajó la pasada semana a la Madre Patria.

Sobre la hora 20.00, allegados al sexagenario se comunicaron con la Policía para indicar que al ingresar a uno de los salones del complejo, encontraron su cuerpo sin vida, boca abajo, presentando importantes quemaduras.

Aunque en primera instancia el hecho apareció como muy confuso, con el paso de las horas se pudieron ir aclarando muchos aspectos, al tiempo de descartar que se haya tratado de un homicidio.

Todos los peritajes realizados en el salón, no arrojaron indicios de alguna situación de violencia.

Indagado todo su entorno, hubo coincidencia en que Antonio Mulero Cervantes, bebía alcohol en exceso, y que incluso se habían suscitado algunas discusiones en el ámbito familiar por los gastos de dinero que realizaba. Sin embargo se descartó de plano que se haya producido alguna discusión o enfrentamiento por estos aspectos. Los peritajes posteriores pudieron determinar que el sexagenario estaba solo, y que habría tropezado con una pequeña mesa que incluso tenía trabada en su pierna izquierda, cayendo sobre uno de los extremos de la estufa a leña del amplio salón. No se sabe aún si cayó por su ebriedad o porque sufrió algún quebranto sorpresivo de salud.

UNA LARGA JORNADA

La víctima había participado junto a familiares y amigos en un almuerzo en ese salón, el que se prolongó hasta las 16.30 aproximadamente. Dos de los comensales se quedaron conversando con él hasta avanzada la tarde cuando decidieron retirarse y dejarlo solo. Asimismo, quedó plenamente confirmado que desde la mañana había estado bebiendo alcohol, al extremo de que varios participantes en el almuerzo dijeron que al menos una vez se fue al piso por su estado etílico.

Sobre las 19.30, uno de los allegados que se había retirado a descansar en una cabaña del complejo, retornó para cargar un teléfono celular, percibiendo un fuerte olor a humo proveniente del salón, por lo que decidió ingresar, encontrándose con el cuerpo de Mulero Cervantes caído sobre uno de los extremos de la estufa, y prácticamente carbonizado ya que había tomado fuego una campera de nylon que vestía.

De acuerdo al informe médico primario, se trató de una muerte por carbonización, aunque se esperaba el resultado de la autopsia, para determinar si antes de tomar fuego, sufrió algún quebranto sorpresivo de salud que lo llevó al suelo. Independientemente, en la pasada jornada, todo el entorno de la víctima (familiares y amigos) fue indagado para descartar cualquier otra hipótesis.

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