La carrera ocurrió la madrugada del sábado. Una furgoneta blanca tomó la autopista en dirección a Barcelona pero por el carril contrario, que lleva a Francia. Los Mossos d'Esquadra cortaron la vía e hicieron una primera intentona para detener el vehículo en el punto kilométrico 12, a la altura de Capmany. El conductor hizo caso omiso a los avisos y aceleró. Los mossos tuvieron que apartarse para no acabar atropellados.
Entonces se inició la persecución. Una patrulla entró en la AP-7 en dirección Barcelona y condujo en paralelo a la furgoneta. Con un megáfono, le ordenaba que se parase. Pero tampoco así hubo forma. Jorge G. M. sólo se detuvo cuando se encontró la autopista cortada, en el punto kilométrico 55. El conductor protagonizó una espectacular fuga en dirección contraria durante más de 40 kilómetros, borracho y drogado. Los coches que se lo cruzaron tuvieron que maniobrar para no chocar de frente.
Los Mossos d'Esquadra lo detuvieron como presunto autor de dos delitos contra la seguridad del tráfico, por conducir bajo los efectos del alcohol y por originar un grave peligro para la circulación. El detenido pasó a disposición del juzgado de guardia de Girona ese mismo día.
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