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martes, 19 de enero de 2010

Nacional ganó por penales tras empatar 1 a 1 con Danubio en opaco partido

Los finalistas del torneo cuadrangular veraniego llegaron al Estadio Centenario para disputar la final con objetivos totalmente diferentes, como quedó en evidencia apenas se confirmaron los integrantes de los equipos.

Mientras por el lado de los danubianos su técnico, Jorge Giordano, apuntó a buscar la automatización del equipo pensando en el inminente debut en el Torneo y repitió la misma integración que el viernes goleó a los paraguayos; el entrenador franjeado buscó sumarle minutos a la nueva estructura franjeada, con Pablo Míguez y Gonzalo Porras parados delante de la línea de cuatro en función defensiva, lo que le permite liberar a los más talentosos del equipo, Matías Porcari, Carlos Grosmuller y Alvaro Recoba, los tres encargados de habilitar al siempre peligroso Diego Ifrán.

El técnico albo, Eduardo Acevedo, apenas repitió la presencia de Sebastián Coates como zaguero, confió nuevamente en Christian Núñez, pero esta vez jugó en su lugar habitual, como lateral derecho, y luego echó mano a una cantidad de futbolistas que no jugaron el primer partido, con la idea de poder evaluar a todos los integrantes del plantel, ya que todos alternarán en el equipo titular en los próximos meses debido a la doble actividad que el equipo afrontará, Torneo Clausura y Copa Libertadores.

El entrenador tricolor debía observar detenidamente el rendimiento de los laterales, para luego definir quién acompaña al "Tata" González en esa función en la oncena principal, y también tuvo bajo la lupa a Mauricio Pereyra, uno de los candidatos naturales a sustituir a Nicolás Lodeiro si efectivamente se concreta su partida al fútbol europeo.

El partido comenzó favorable al equipo de la Curva de Maroñas, gracias al dominio de la mitad del campo de esa usina generadora que lideró el cordobés Matías Porcari acompañado de Grosmuller y Recoba, pero se trató sólo de un espejismo, pues el primer tiempo terminó siendo muy pobre.

A los cinco minutos, incluso pudo ponerse en ventaja perfectamente cuando el argentino habilitó a Diego Ifrán y este batió a Muñoz, pero el punta danubiano estaba adelantado y el árbitro anuló la conquista. Aparte de esa jugada invalidada, el dominio blanco llegó sólo hasta las puertas del área durante casi todo el primer tiempo, ya que recién cuando faltaban seis minutos volvió a pisar el área Grosmuller tras gran pase de Míguez, pero "Maravilla" se demoró en el remate y Burian ganó el mano a mano.

Lo de Nacional en la primera parte fue muy pobre. Algún intento de Guigou, impreciso, otro de Mauricio Pereyra y poco más, con un solo remate al arco, un tímido y débil remate de Goñi desde fuera del área.

El complemento presentó una tónica bastante diferente, con un nivel futbolístico que siguió siendo pobre, pero que al menos contó con otra disposición anímica de los futbolistas: las acciones de riesgo se multiplicaron, las emociones se multiplicaron y cualquiera de los dos pudo ponerse en ventaja. Primero estuvo cerca Nacional en dos oportunidades, pero en ninguna de ellas Diego Vera llegó a conectar certeramente los envíos de sus compañeros, luego fue Recoba desde fuera del área quien obligó a Burian a una buena intervención y poco después, el caño salvó a Danubio tras un tiro libre de Guigou.

Con Mena en la cancha, la gran apuesta danubiana se basaba en la velocidad del colombiano y después de marrar algunas chances, encontró el gol gracias a un magnífico tiro libre de Diego Perrone.

Los últimos diez minutos tuvieron a Nacional tirado al ataque buscando la igualdad, pero cuando los noventa llegaban sin novedades llegó el empate de Nacional, obligando a la definición por penales.

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