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domingo, 25 de agosto de 2013

Mubarak vuelve al banquillo; aplazado el juicio a los líderes de la Hermandad

La justicia egipcia iba a protagonizar este domingo un raro doblete, símbolo de un país de lealtades partidas y hundido en el disparate. Pero finalmente no será así, ya que el juicio a la cúpula de los Hermanos Musulmanes, que comenzaba hoy, se ha retrasado finalmente. Sí que se mantiene el comienzo del nuevo proceso al ex presidente Hosni Mubarak, excarcelado y en arresto domiciliario desde el jueves, comparece en la repetición del juicio que trata de dirimir su responsabilidad en el asesinato de 850 manifestantes durante las revueltas de 2011 que le costaron el cargo.
Mientras, el juicio contra los líderes de los Hermanos Musulmanes por instigar a la muerte de manifestantes fue pospuesto al próximo 29 de octubre. Varios medios locales y extranjeros asistieron a la apertura del juicio, celebrado en la sede de la Corte Suprema de Justicia, en el centro de El Cairo, adonde acudieron los abogados de los islamistas aunque no los acusados.
El rais, al salir de prisión. AFP
El líder espiritual Mohamed Badía, cazado el pasado martes, y su número dos Jairat el Shater están acusados de muerte de manifestantes en las protestas que precedieron al golpe de Estado.
El cuento de dos rivales, que desde hace décadas han jugado al gato y el ratón, llega a los pasillos de un poder judicial en entredicho y con una fiscalía general profundamente politizada. 926 días después de su derrocamiento, el viento vuelve a soplar a favor de Mubarak. El dictador de 85 años abandonó la prisión de Tora el pasado jueves tras agotar el plazo máximo de detención preventiva que marca la ley. Un helicóptero le trasladó hasta el hospital militar de Maadi, el lugar elegido para cumplir el arresto domiciliario decretado por las autoridades.
Mubarak ha salido ya del hospital militar con destino al tribunal mientras los líderes de los Hermanos Musulmanes no aparecerán en su juicio por razones de seguridad.
El general que gobernó Egipto durante tres décadas mantiene la prohibición de abandonar el país y debe comparecer en las vistas por las cuatro causas pendientes: la que juzga su complicidad en la brutal represión de la revolución y tres casos de corrupción. La primera vista se celebra en la Corte Suprema, en el centro de El Cairo.
Seguidores de los Hermanos Musulmanes, el viernes. | Reuters
El ajuste de cuentas contra Mubarak comenzó tarde, dos meses después de su espantada hacia la jubilación dorada de la ciudad costera de Sharm el Sheij y forzada por la presión de la calle. Desde entonces, el proceso ha estado lastrado por la falta de colaboración -incluida la destrucción de pruebas- del aparato policial y la inteligencia y la más que discutible acción del ministerio público.
Seguidores de los Hermanos Musulmanes, el viernes. | ReutersResultado de la levedad de las pesquisas, una corte de apelación anuló el pasado enero la condena a cadena perpetua dictada en 2012. Nunca se pudo probar su responsabilidad directa en la orden de abrir fuego a los manifestantes pero se le culpó de complicidad en los hechos junto a su ministro Habib al Adli. Ahora, con el dramático cambio que ha vivido el país en el último mes y medio, es probable que la defensa trate de explotar la situación inculpando a la Hermandad de urdir el complot contra Mubarak y avivando teorías conspiratorias como la existencia de francotiradores a sueldo de la cofradía en los alrededores de la céntrica plaza cairota de Tahrir.

Juicio al núcleo duro de la Hermandad

Entretanto, seis miembros del movimiento islamista, entre ellos Badía, Shater y el también viceguía Rashad al Bayumi, debían haber iniciado este domingo su calvario judicial. El cargo es instigar al asesinato de manifestantes en los choques que se registraron a las puertas de la sede central de la Hermandad en las afueras de El Cairo el 30 de junio, horas después de que millones de egipcios tomaran las calles exigiendo la renuncia del ex presidente Mohamed Mursi. En los disturbios, nueve personas perdieron la vida. También están acusados de contratar a los otros tres imputados en el caso y proporcionarles armas.
En esta ocasión la Fiscalía ha emprendido el proceso con celeridad en mitad de un ambiente de odio hacia el grupo, que el Gobierno y la burda propaganda oficial describen como "terroristas" responsables de los ataques a las fuerzas del orden en la península del Sinaí o los asaltos a las iglesias en el sur del país. No es el único juicio al que se enfrentan los rostros de la Hermandad. Una retahíla de cargos ha sido presentada en su contra por distintos episodios de violencia. Su camarada, el derrocado Mohamed Mursi, también afronta un 'vía crucis' similar. El primer presidente elegido en las urnas de la historia egipcia permanece retenido en lugar desconocido desde la asonada del 3 de julio.
Las autoridades han emitido órdenes de arrestos contra cientos de miembros de la organización islamista. Desde el salvaje desalojo de las acampadas el 14 de agosto, las redadas policiales han cazado a líderes y miembros intermedios; diezmado la cofradía y debilitado su músculo organizativo. De hecho, las protestas del pasado 'Viernes de los mártires' solo congregaron a algunos miles de simpatizantes tras la semana más traumática de la historia reciente, con un millar de muertos.

Toque de queda más corto

Con los islamistas noqueados, el ejército cosecha los frutos. La calma se recupera gradualmente y, en señal de esa mejora, el gobierno anunció este sábado que retrasa el toque de queda impuesto en 14 ciudades del país. A partir de anoche, la medida entrará en vigor a las 21 horas (19 horas GMT) -dos horas más tarde de lo inicialmente previsto- y se prolongará hasta las 6 de la madrugada.
El cambio, no obstante, no se aplicará los viernes en previsión de nuevas protestas. La alianza de partidos islamistas que respaldan a Mursi ha anunciado una nueva semana de manifestaciones. La consigna es que "la revolución contra el golpe de Estado no debe desaparecer".

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