Ángeles Rawson tenía 16 años y vivía en el barrio porteño de Palermo,
de clase media. Había obtenido recientemente las mejores calificaciones
de su instituto. El lunes por la mañana acudió a una clase de educación
física. Al salir le dijo a una compañera: “Voy a comer y vuelvo”. Pero
nunca volvió . A las 21.15 su madre, Jimena Aduriz, la llamó al
teléfono móvil y nadie le contestó. A las 21.47 volvió a llamar, pero
alguien apagó el aparato. A la mañana siguiente su madre emprendió una
campaña por las redes sociales: “Por favor, mi hija Ángeles Mumi Rawson está desaparecida desde ayer. (…) Les pido que por favor pasen esta foto”. La búsqueda duró pocas horas.
El cadáver de Ángeles apareció el martes a las 11.30 de la mañana
envuelto en una bolsa de basura, con una soga al cuello, vistiendo su
uniforme deportivo del colegio Virgen del Valle y las piernas atadas. La encontraron en la cinta de separación manual de residuos
en una planta situada en el barrio de José León Suárez, en el conurbano
bonaerense. La autopsia confirmó que murió estrangulada y que no sufrió
violación.
El caso ha vuelto a resucitar el problema de la inseguridad en
Argentina, en pleno año electoral, a dos meses de las elecciones
primarias del 11 de agosto y a cuatro de las legislativas del 27 de
octubre. El martes por la noche, María Inés, abuela de Ángeles, declaró
ante las cámaras: "Nos merecemos un país donde no hayan más Ángeles.
Les pido, por favor, que reaccionemos". El miércoles por la mañana,
Franklin Rawson, el padre de Ángeles, divorciado de Jimena Aduriz,
señaló en una entrevista radiofónica: “Hay que recordar todo esto a la
hora de votar. (…) Lo que pasó no tiene solución, lo que pretendo es que
haya justicia y se termine esto de la inseguridad, porque no se puede
seguir viviendo así".
Horas después, la madre compareció en plena calle ante las cámaras,
pero evitó hacer ninguna crítica ni al Gobierno ni a los jueces. “Estoy
en paz; confío en la justicia”, señaló.Pasadas las nueve de la noche la
policía registró el domicilio donde Ángeles vivía con su madre, con el
marido de su madre y con sus hermanos. Las cámaras de televisión
filmaron el momento en que el marido abrió la puerta a la policía para
que recogieran el ordenador de Ángeles y otros objetos personales.
La inseguridad ciudadana se sitúa siempre, junto con la inflación,
entre las principales preocupaciones de los argentinos. Es un arma
política de doble filo. La oposición la utiliza contra el Gobierno y el
Gobierno contra los jueces. “Las fuerzas de seguridad se ven desanimadas
cuando tardan días de investigación para aprehender a alguien que
cometió un delito, y por uno u otro motivo los jueces lo dejan en
libertad”, declaró Cristina Fernández en diciembre de 2010. Desde entonces, ha venido efectuando varias críticas en ese mismo sentido.
En Argentina se han dado varios casos que han conmocionado a la
sociedad y transcendieron las crónicas de sucesos para adquirir
relevancia política. Unos fortalecieron al Gobierno y otros lo
debilitaron. El caso de Marita Verón,
desaparecida en 2002 y buscada a lo largo de todos esos años por su
madre, Susana Trimarco, reforzó las críticas de Fernández a la justicia
cuando un tribunal de la provincia de Tucumán absolvió en diciembre de
2012 a los trece acusados por el secuestro y desaparición de Verón. En
cuanto se conoció la sentencia, tras diez meses de juicio, Cristina
Fernández llamó a la madre para ofrecerle su apoyo y Susana Trimarco
siempre se mostró agradecida hacia el Gobierno.
Sin embargo, el homicidio de Candela Sol Rodríguez,
desgastó al Gobierno. Candela era una niña bonaerense de once años cuyo
cadáver apareció en agosto de 2011, diez días después de que la
secuestraran. Después de muchos titulares en los periódicos y de
manifestaciones pidiendo que se investigara el caso, su asesinato sigue
abriendo muchos interrogantes.
Los canales de televisión en Argentina, muy proclives de por sí a
cubrir sucesos, llevan decenas de horas abordando el asesinato de
Ángeles Rowson . Varios periódicos, no sólo los más críticos con el
Gobierno, le dedicaron sus portadas. Pero aún está por ver si este
crimen, que ha tocado un nervio de la sociedad muy sensible, terminará
afectando al Gobierno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario