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lunes, 4 de marzo de 2013

Mezquita sin peregrinos

En el último instante el Cabildo ha rechazado el proyecto que se iba a poner en marcha en la Mezquita Catedral de Córdoba esta próxima primavera para acabar con las palomas, cuyos excrementos dañan el monumento, declarado Patrimonio de la Humanidad.
La ONG Grefa Córdoba planteó la instalación de nidos artificiales con pollos de halcones peregrinos en diferentes edificios del casco histórico de la capital andaluza. El proyecto iba a iniciarse con la instalación de uno de estos nidos en una de las cubiertas y contrafuertes de la Mezquita Catedral, junto al crucero, al entender que es el lugar ideal. El proyecto abarcaba para su desarrollo un lustro, aunque a partir del segundo año se pensaba instalar más nidos en otros inmuebles.
La idea contó con el beneplácito de diferentes instituciones, como el Ayuntamiento de Córdoba y la Universidad y, además, recibió la autorización por escrito del Cabildo Catedralicio el pasado mes de septiembre. Desde entonces la ONG Grefa Córdoba ha continuado con los trabajos para poner en marcha la primera fase del proyecto, hasta que a principios del presente mes son citados a una reunión para concluir el cronograma con un representante del Cabildo, como propietario del templo católico, y en ésta le exigen una serie de documentación, como si se tratara de una empresa la que va a acometerlo.
El portavoz de dicha entidad, José María Ayala, explica a ELMUNDO.es que Grefa es una ONG conservacionista que trabaja con voluntarios, por lo que no puede dar cumplimiento a los requerimientos que de forma sorpresiva le exige ahora el Cabildo. Por tanto, el proyecto tal y como se ideó en un principio está descartado. Ayala afirma que ahora se verán obligados a replantear el proyecto para desarrollarlo en otros edificios del casco histórico.
Ayala asegura que incluso los arquitectos de la Catedral estuvieron revisando el proyecto con el fin de que el dispositivo de suelta de los halcones no resultara raro con respecto a la línea arquitectónica de la Mezquita Catedral. Además, desde que se presentó al propietario del monumento histórico el plan, la ONG ha tenido un trato continuo que ha permitido, de hecho, realizar una serie de mediciones.
Por esta razón, Grefa Córdoba ha mostrado su sorpresa por las nuevas exigencias del Cabildo para desarrollar un proyecto que ha funcionado bien en otros lugares como en la Sagrada Familia de Barcelona o la Catedral de Mallorca y que cuenta con un coste de 300.000 euros. José María Ayala matiza a este periódico que el Cabildo conocía a priori que era una ONG, y no una empresa, quien estaba detrás del proyecto, por lo que no llegan a entender qué es lo que realmente ha sucedido.
"En un principio no se recogió ese requerimiento. Por mucho que lo hemos analizado no entendemos qué es lo que ha podido pasar. Todos los pasos que hemos dado están dentro de la lógica del razonamiento. No soy capaz de dar una explicación más allá de que ahora no quieran autorizarlo porque no lo vean conveniente al tratase de un edificio histórico que periódicamente necesita arreglos, mantenimiento, y piensen que soltar halcones para acabar con las palomas sea un limitante", sostiene Ayala.
Esta decisión de última hora contrasta igualmente con las autorizaciones oficiales que están por llegar a la ONG de Cultura y Medio Ambiente de la Junta para que pudieran desarrollar el proyecto. "Nos constaba que se había dado el visto bueno pero ahora los permisos llegarán para nada", manifiesta el portavoz de Grefa. No obstante, Ayala dice que contaban ya con entidades dispuestas a colaborar.

El Cabildo se exculpa

Por su parte, el presidente del Cabildo, Manuel Pérez Moya, ha explicado a este periódico que se decidió autorizar la totalidad del proyecto porque realmente la presencia de palomas en la Catedral, antigua Mezquita, ocasiona un gran problema pero que ha sido la entidad que lo presentó la que ha descartado ponerlo en marcha después de que se le haya exigido una serie de documentación con la que ha de contar, según marca la ley, para poder acometer trabajos a cierta altura.
"Esta asociación tiene dificultad para documentar o acreditar los requisitos mínimos que la legislación vigente sobre prevención de riesgos laborales exige a cualquier persona que vaya a realizar trabajos de riesgo en altura, que, en este caso, se iban a desarrollar en las cubiertas del templo", apunta Pérez Moya.

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