Han pasado ya diez años desde que Estados Unidos y sus aliados invadieran Irak, y parece que la mayoría de los estadounidenses consideran éste un aniversario lamentable. El 53% de los estadounidenses cree que su país "cometió un error al enviar tropas a combatir en Irak" frente al 42% que dice que no lo fue, según una encuesta de la consultora Gallup.
Se trata de la primera vez tras la retirada de las tropas en 2011 que
se realiza esta pregunta a los ciudadanos estadounidenses. Aunque la
participación llegó a su fin hace casi dos años, la guerra ocupa un
lugar preponderante en la historia reciente de Estados Unidos y, en
especial, en la conciencia política nacional.
La consultora señala que aunque los estadounidenses se mostraron a
favor de la guerra inicialmente, con un apoyo superior al 70% en los
primeros meses, la tendencia cambió a partir de 2004 y desde 2005 la mayoría ha considerado que el conflicto fue un error.
Sin consenso
Sin embargo, la oposición al conflicto en Irak es menor que en 2008, cuando el 63%
de los estadounidenses le dijeron a Gallup que la guerra había sido un
error. Lo mismo opinan de la guerra de Vietnam o de la más reciente
guerra en Afganistán.
Las guerras suelen estimular momentos de unidad nacional -momentos en
que la política partidista se disipa y se silencia el disenso-. Este
efecto es temporal, y con respecto a la guerra de Irak, está claro que
las actitudes acerca de si fue un error o no han roto esa unidad
nacional.
No es de extrañar, ya que la guerra se inició en la administración de
un republicano, el ex presidente George W. Bush, el 66% de los
encuestados que se identifican como republicanos aseguran que EEUU no
cometio un error en el envío de tropas a combatir en Irak, mientras que
un 30% expresan la opinión contraria. En contraste, el 73% de los
demócratas ven la campaña militar como un error.
Las bajas
Las fuerzas estadounidenses se retiraron completamente de Irak antes de fines de 2011. Durante la presencia militar estadounidense de casi nueve años, Estados Unidos sufrió 4.488 bajas militares. También murieron 3.400 contratistas estadounidenses.
El Reino Unido, aliado clave de Estados Unidos en la invasión a Irak, perdió 179 soldados.
Un estudio de la Universidad Brown de la semana pasada estimó que 134.000 civiles iraquíes murieron
junto a decenas de miles de militares iraquíes, tanto del gobierno de
Saddam Hussein como del posterior gobierno iraquí establecido tras la
invasión, que luchó contra la insurgencia de Al Qaeda y otros grupos
militantes.
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