Nada hacía presagiar a los padres y a las madres de los niños de
primera comunión del ayuntamiento gallego de Zas que su catequesis se
iba a convertir en un "tormento". Y es que en los testimonios de las 32 familias afectadas sólo se escuchan reproches
sobre la forma y críticas al contenido seleccionado por las religiosas
de la Fraternidad Reparadora Apostólica en el Corazón de Cristo
Sacerdote para explicar el credo católico y prepararlos para recibir por
vez primera la Eucaristía.
La indignación entre la mayoría de los padres fue in crescendo desde
que hace tres meses conocieron el material utilizado por las religiosas y
escucharon los testimonios de sus hijos. Los padres tras manifestar su
desacuerdo con los métodos de las religiosas al sacerdote, y siempre
según su propio relato, decidieron que sus hijos no asistirían más al
catecismo. Y es que las familias, nucleadas en una asociación con una
única voz , pero sin nombre, dicen no estar dispuestas a ser cómplices
de "extremismos y de distorsiones del mensaje cristiano".
Una de las madres ha explicado a EL MUNDO.es su frustración "porque soy
católica pero esto no lo puedo consentir y ahora ya no sé si decirle
que no creo en nada".
La historia de la presencia y de la enseñanza de las religiosas en el
pequeño municipio coruñés de la Costa da Morte comenzó a escribirse el
año pasado. La delegación de la Fraternidad Reparadora envío a Galicia
dos hermanas de mediana edad y que responden a los nombres de Hermana Soraya y Hermana Blanca.
Su llegada fue bien recibida, el párroco agradeció que se prestasen a
ayudar en tareas de pastoral, y en seguida empezaron a evangelizar y a
introducir cambios. La primera decisión fue la concentración de los
niños y niñas en una sola unidad pastoral que agrupa a todas las
parroquias del municipio. Lo que parecía una mera disposición
organizativa llevó aparejada la segregación por sexos. Acto seguido saltó la primera alarma entre algunos de los padres.
Enseñanzas 'tenebrosas'
La decisión de separar a los catequizados, habitual en algunas
organizaciones de la Iglesia Católica, no gustó y provocó que los padres
intensificasen la vigilancia. Decidieron fijarse en el manual empleado y en las lecciones que las hermanas Soraya y Blanca impartían a las niñas.
Los padres estudiaron a fondo el libro de referencia implantado por
las monjas de la Fraternidad que lleva por título 'Ven y Sígueme', está
editado por Casals y su 'susto' fue mayúsculo.
Los jóvenes paganos golpeando a Tarsicio.
Según ha podido comprobar este diario en el manual catequético se
reproducen escenas del Evangelio, historias de mártires ejemplares
contemporáneos y la vida de algunos santos como San Josemaría Escrivá de
Balaguer.
Los padres consultados aseguran que además "a las niñas de 9 años se les hablaba del martirio, de la expiación y del dolor como formas de redención".
Todo se completaba con charlas individuales de las religiosas con las
alumnas y con ejemplos bastante "tenebrosos", según las madres agrupadas
en la asociación.
Una vez que los padres estudiaron a fondo todos los datos que tenían a su alcance tomaron la decisión. A día de hoy ya no hay niños, ni tampoco niñas preparándose para la primera comunión.
Mientras todo sucede, las religiosas de la Fraternidad Reparadora no hacen comentarios.
Simplemente se remitieron y se remiten al arzobispado y a su carisma
aprobado por las instituciones diocesanas competentes. De hecho, y tal
como publicó EL MUNDO.es el 9 de febrero de 2003, su vida es espartana y sus únicas posesiones la limosna.
Por su parte, y ante la repercusión de la noticia, el arzobispado de Santiago de Compostela ha emitido un comunicado en el que "lamenta la situación creada en Zas"
y recuerda que "la dirección pastoral y catequética corresponde al
párroco". En su nota no existe ni el menor atisbo de reproche hacia las
religiosas y un portavoz de la archidiócesis asegura "que hasta la fecha
no hubo ni un sólo problema con las religiosas".
En el asunto tampoco quiere entrar el alcalde nacionalista del
municipio, Manuel Muíño, quien aseguró que conoce la polémica "pero es
un tema de conciencia".
La polémica no está zanjada y los padres dicen que llegarán hasta el final. De momento nadie irá a misa "porque el cura es un señor manipulado por dos mujeres ultraconservadoras".
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