En Ferrari han revisado con detenimiento el Gran Premio de Brasil,
donde Fernando Alonso se quedó a un paso de completar el milagro de la
remontada. Entre todas las imágenes, ha llamado la atención un
adelantamiento de Sebastian Vettel mientras parpadeabas los avisos
amarillos. Maniobra fuera del reglamento, que pasó desapercibida para
los comisarios de Interlagos y que podría cambiar la suerte del Mundial
2012. Todo depende de una reclamación y de la posterior decisión de la
FIA.
De momento, la Scuderia tiene de plazo hasta el próximo viernes para
intentar ganar en los despachos lo que no pudo sobre el asfalto. Nadie,
ni en Maranello ni en el entorno de Alonso, esconde su enfado. Todo
consideran que Red Bull se vio favorecido por una grave error de los
jueces. Sin embargo, también hay escepticismo ante lo que pueda deparar
el futuro.
Es duro asumir que el título se escapó por tan sólo tres puntos. Y
más aún tras observar una y otra vez lo que hizo Vettel con Jean-Éric
Vergne. En las primeras vueltas, con evidentes luces amarillas a ambos
lados de la pista y frente a un 'hermano pequeño' como el Toro Rosso. Un
adelantamiento que podría haberse castigado de dos maneras.
Del sexto, al noveno
En caso de detectarse durante la carrera, con un 'drive trough', es
decir un paso por el 'pit lane' sin parada. Si hubiese sido después, con
una penalización de tiempo que afectaría al resultado final. Ese tiempo
podría haber descolgado a Vettel del octavo puesto, el que le otorgaba
los puntos necesarios para la gloria. Por ejemplo, si ahora la FIA le
impone 20 segundos, el castigo sería tan crucial como para cambiar de
manos el título.
Por todo ello, rezuma el malestar en la familia ferrarista. Sobre
todo en el propio Alonso, que esta misma tarde dio su veredicto en
Twitter. "No tengo milagros. Yo hago de las leyes correctas mis
milagros". Un apresurado resumen de todo lo que bulle por su cabeza. No
obstante, ni él, ni su entorno parecen muy esperanzados por lo que pueda
deparar el futuro. Parecen escarmentados por lo que consideran
"recientes agravios".
Recuerdan, por ejemplo, lo sucedido en Singapur con el 'safety car',
donde los extraños movimientos de Vettel al frente del grupo quedaron
sin sanción. Y no olvidan tampoco, el bloqueo del líder de Red Bull a
Fernando en Suzuka. Le podían haber penalizado con 10 puestos en la
parrilla, pero todo quedó finalmente en un 'warning' verbal.
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