International Airlines Group (IAG), la empresa resultante de la
fusión de British Airways e Iberia, ha anunciado un plan de
reestructuración "para salvar Iberia" que incluye un recorte de plantilla en 4.500 personas, una reducción de la capacidad en un 15% , con la suspensión de rutas y frecuencias no rentables, y la disminución de la flota en 25 aviones (cinco de largo radio y 20 de corto radio).
Paralelamente se suspenderá la actividad de mantenimiento a terceros
que no sea rentable y se mantendrán los servicios de handling que sean
rentables fuera del hub de Madrid. Todo este plan se financiará con
recursos propios de la compañía.
El objetivo es mejorar los resultados en al menos 600 millones de
euros para 2015 y conseguir que la compañía vuelva a lograr beneficios,
según ha anunciado este viernes el grupo a la Comisión Nacional del
Mercado de Valores (CNMV).
Según la compañía el recorte de plantilla en 4.500 personas servirá
para salvar alrededor de 15.500 puestos de trabajo. "Esta reducción está
en línea con los recortes de capacidad y el aumento de productividad en
la aerolínea", asegura la compañía.
"Este plan de reestructuración es crítico para Iberia y para el
futuro de España. Una Iberia fuerte, rentable, puede crear empleo y
estimular el turismo, un sector clave para la recuperación económica en
España", asegura Willie Walsh, consejero delegado de IAG, en la nota
remitida.
De este modo, se transformarán las operaciones de corto y medio radio "para competir de forma eficiente con las compañías de bajo coste que se han establecido con éxito en el mercado doméstico de Iberia".
El plan supondrá igualmente mejoras globales de productividad y la introducción de "ajustes salariales permanentes".
31 de enero, fecha límite
Se ha fijado el 31 de enero como fecha límite para alcanzar un
acuerdo con los sindicatos. La compañía asegura que si no se lograse
dicho acuerdo, serán necesarios "recortes mayores y una mayor reducción
del tamaño y de las operaciones de Iberia, para proteger el tráfico
natural de largo radio en Madrid y salvaguardar el futuro de la
compañía".
"Tenemos que tomar decisiones duras para salvar la compañía y volver a
ser rentables. Si no ponemos en marcha cambios estructurales profundos,
el futuro de la compañía es sombrío. Con este plan ponemos las bases
para dar la vuelta a la situación y crecer", explicó el consejero
delegado de Iberia Rafael Sánchez Lozano.
Iberia pierde 1,7 millones de euros cada día, según el consejero delegado, por lo que tiene que "modernizarse y adaptarse al nuevo entorno competitivo en el que sus costes son significativamente más altos que los de sus principales competidores en España y América Latina".
A este respecto Willie Walsh, consejero delegado de IAG asegura que
el objetivo es que Iberia "sea fuerte y tenga éxito". "Durante demasiado
tiempo, la estrechez de miras y los intereses de unos pocos han dañado el futuro de muchos. No vamos a dudar a la hora de tomar las medidas necesarias para proteger los intereses de nuestros accionistas, clientes y empleados", concluyó.
El anuncio se produce un día después de lanzar una Oferta Pública de Adquisición (OPA) de la aerolínea de bajo coste Vueling.
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