El electorado del
Principat avaló la apuesta soberanista que salió a la calle en la
última Diada, pero lo hizo paradójicamente negando a Artur Mas (CiU) su
liderazgo en solitario del proceso y premiando a formaciones
diáfanamente independentistas como ERC (segunda fuerza política) y a la
CUP. El PSC prosigue en su caída y el PP no logra arañar votos del
electorado de derecha, mientras que Cs le disputa el protagonismo en el
unionismo político.
El electorado del Principat mostró su
apoyo mayoritario al proceso soberanista en curso pero negó al
presidente Artur Mas, de CiU, el protagonismo que reivindicó al
adelantar los comicios y convertirlos en un plebiscito pidiendo una
mayoría absoluta que le dejara las manos libres para gestionarlo.
CiU
vuelve a ser la fuerza más votada, pero no solo queda lejos de los 68
que configuran la mitad más uno de la Cámara sino que se deja una decena
larga de escaños. La formación de la derecha catalana paga sin duda el
peaje de dos años de gestión con durísimos recortes sociales. Su único
consuelo reside en que se convierte en una rara avis en el contexto
europeo. Y es que en los últimos años se cuentan con los dedos de una
mano -y sobran- los gobiernos que revalidan triunfo en un escenario de
crisis global sin precedentes.
Todo apunta, además, a que la
campaña dirigida por el Gobierno español -de la mano de su Policía y de
la derecha mediátia- aireando «borradores» que acusan a Más y a otros
históricos dirigentes de CiU de corrupción y de evasión fiscal ha
terminado por hacer mella en una formación que ya venía marcada por el
escándalo del Palau.
ERC, segunda fuerza
Desde una
perspectiva más general, destaca el éxito electoral de ERC, que dobla
sus escaños (pasa de 10 a 21) y se sitúa como segunda fuerza por delante
del PSC y del PP. La formación liderada actualmente por Oriol Junqueras
se beneficia indudablemente del desplome de SI y confirma que parte del
electorado soberanista ha optado por el original y que sigue
desconfiando de la caída del caballo de Mas, a quien tampoco perdona su
práctica política neoliberal.
El ascenso de ERC coincide asimismo
con la irrupción de la CUP, que se presentaba por primera vez en unas
elecciones generales (avalada, eso sí, por sus buenos resultados en los
comicios locales). La formación liderada por David Fernández
(colaborador habitual de GARA) logra tres escaños, lejos de los
necesarios para tener grupo propio, pero un resultado más que digno si
hablamos de una fuerza nueva que hasta los últimos días ni siquiera
aparecía en las encuestas electorales.
El mapa de las fuerzas que
defienden el derecho a decidir de la población catalana se completa con
los buenos resultados de ICV, que logra tres escaños más que en 2010
(13).
Así las cosas, el soberanismo revalida su primacía en la
Cámara llegando a 87 escaños de un total de 135, aunque el desplome de
CiU le impide alcanzar el importante listón de los 90 asientos que le
habrían garantizado una mayoría cualificada de dos tercios.
Sigue el descalabro del PSC
El
índice de participación, 10 puntos más que en 2010 a las 18:00 horas,
podría haber resultado decisivo para que el PSC frene, aunque a duras
penas, el descalabro total que le auguraban muchas encuestas. Eso sí, a
una distancia muy considerable de CiU y tras dejarse otros siete escaños
respecto a hace dos años, cuando con 28 asientos cosechó unos pésimos
resultados.
El PSC de Pere Navarro es sin duda el gran perdedor
de estas elecciones. El PSC, su cada vez más ininteligible apuesta por
el federalismo y su nodriza, el PSOE, que ve cómo se sigue diluyendo uno
de los graneros electorales que permitió sus últimas victorias en las
elecciones generales españolas.
Tampoco el PP puede darse por
satisfecho cuando, pese a una campaña en la que se ha presentado como la
única alternativa española frente al pujante soberanismo catalán,
pierde su tercera plaza y observa el avancede los independentistas de
ERC y de la CUP.
El unionismo opta por Cs
Es
evidente que la lectura tanto del PSC como del PPC pondrá el acento en
la derrota relativa de CiU. Es cierto que en el caso de Alicia
Sánchez-Camacho puede alardear de que ha mantenido e incluso mejorado
ligeramente los buenos resultados que logró en 2010 pero no logra
arrastrar parte del voto de derecha de CiU. No hay duda de que la
gestión del presidente español, Mariano Rajoy, es una losa, como lo es
para el PSC el recuerdo (vivo en la figura de su secretario general,
Alfredo Pérez-Rubalcana) de la última legislatura del PSOE con Rodríguez
Zapatero.
El beneficiario claro es sin duda Ciutadans (Cs), que
dobla su proporción de voto y triplica sus escaños. La formación
unionista, que marca perfil tanto respecto a unos como a otros, se
consolida electoralmente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario