Los especialistas Kyung-Jin Min y Cheol-Koo Lee,
estudiaron los árboles genealógicos de la corte imperial coreana entre
1392 y 1910, concluyendo que los eunucos vivían entre 14 y 19 años más que los varones no castrados. Entre los 81 eunucos estudiados, tres pasaron los cien años, algo poco frecuente incluso en la actualidad.
Los investigadores descartaron que los beneficios de la vida
palaciega, fueran la causa de la longevidad, en tanto los reyes y
cortesanos raramente alcanzaron la cincuentena en esas épocas, y además,
los eunucos vivían la mitad del tiempo fuera de palacio.
Los eunucos estudiados, habían perdido sus órganos tanto en
accidentes, como voluntariamente para tener acceso a la vida en palacio.
Interrogantes aún sin respuesta
“El descubrimiento aporta una importante pista para entender porqué hay una diferencia entre la expectativa de vida de una mujer y un hombre”, explicó el biólogo Kyung, de la Universidad de Inha, a la revista especializada Current Biology, que publica el estudio.
Como primera hipótesis los especialistas apuntaron a las cifras de la Organización Mundial de la Salud, señalando que las mujeres viven actualmente hasta ocho años más que los hombres
en los países industrializados. “Alejarse del estrés y aprender lo que
puedan de las mujeres”, fueron los consejos iniciales tras el estudio,
para quienes desean vivir más años.
Sin embargo el propio Kyung-Min Jin reconoció que la cuestión no es
tán sencilla, y la hormona masculina por excelencia, la testosterona,
podría tener mucho que ver en el asunto. “Las hormonas sexuales
masculinas y femeninas actúan de forma diferente durante el
envejecimiento –explicó- mientras que las masculinas disminuyen la
esperanza de vida, se sabe que las femeninas protegen frente al daño
cerebral y la osteoporosis”.
Añadió en tal sentido que “la testosterona es conocida por reducir la función inmunitaria y aumentar la incidencia de enfermedades del corazón (…) como la castración ´apaga´ la producción de testosterona, puede disminuir los efectos negativos”.
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