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viernes, 15 de junio de 2012

Uno de cada tres ancianos catalanes ayuda con sus pensiones a sus hijos

Uno de cada tres ancianos atendidos por la Cruz Roja en Cataluña ha tenido que ayudar económicamente por primera vez a sus hijos y uno de cada cuatro lo ha tenido que acoger de nuevo en su casa, una inversión del flujo tradicional de apoyo familiar que está deteriorando la situación de las personas mayores.

Esta es una de las conclusiones del tercer estudio del Observatorio de Vulnerabilidad de la Cruz Roja de Cataluña, que ha dedicado a detectar el impacto de la crisis en las personas mayores de 65 años en los dos últimos años.

El estudio, que se ha elaborado en base a una encuesta a 674 personas mayores de 65 años usuarios de programas de la Cruz Roja, revela que siete de cada diez ancianos viven "angustiados" por la actual situación económica, que consideran "más grave" que otras que han vivido, incluso la posguerra, o como las de los años 1959, 1975, 1981 y 1993.

El presidente de la Cruz Roja de Cataluña, Josep Marquès, ha explicado que las personas mayores se están convirtiendo en "pilar imprescindible de la sostenibilidad social" y ha resaltado que entre los ancianos hay la percepción "de ruptura del progreso social a causa del deterioro del Estado del Bienestar y creen que sus hijos y nietos vivirán peor que ellos".

Marquès ha alertado de que cualquier medida o política pública referida a la vejez puede tener repercusiones sobre la red familiar y social "porque tendrá un efecto dominó".

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