A las 07.35 horas ha despegado el primer vuelo de la recién estrenada filial de bajo coste de Iberia -la aerolínea no la identifica como tal-. Destino: Alicante.
Primer vuelo bajo el nombre de Iberia Express, pero no con las pretensiones con las que nace: barato, barato. Porque hasta esta próxima semana no se podrán adquirir billetes por la tardanza de Aviación Civil en tramitar los permisos, informa César Urrutia. En su web, www.iberiaexpress.com, de hecho, no existe aún la aplicación para reservar vuelos, tan sólo está operativa para reclutar más pilotos (se prevén fichar 500 este año).
Así pues, los pasajeros de las 25 operaciones programadas para este domingo proceden de la casa matriz y, como tal, se les tratará cómo clientes de Iberia. Es decir, no han pagado por facturar su equipaje o elegir su asiento, por ejemplo. Por el tentempié, sin embargo, sí tendrán que abonar, ya que no está incluido en el precio en ambas.
La oferta arrancará con precios base desde 25 euros, 45 a Canarias y 59 a Europa. Se incrementarán en función de la tarifa que se contrate. Así, la más económica, llamada 'Express', no permite facturar maletas o reservar asiento; la 'Standard' incluye ambos servicios; la 'Flex' facilita el reembolso y modificación del billete sin coste alguno; y la 'Business' incluye todo.
En el inicio de operaciones, la 'low cost' tiene previsto realizar rutas a Alicante, Palma de Mallorca, Sevilla y Málaga, aunque en verano prevé aumentar sus operaciones a 17 destinos de corto y medio radio.
Y lo hará con cuatro aviones Airbus A320, a los que se van a unir progresivamente otros 10 hasta finales de año. El objetivo es transportar 2,5 millones de pasajeros durante este año.
Según fuentes de Iberia, los trabajadores cobrarán desde los 6.000 euros netos mensuales de los comandantes, hasta los 1.250 euros de los tripulantes de cabina, pasando por los 2.700 de los copilotos y los 1.370 de los sobrecargos, informa Efe.
Conflicto con los pilotos
La creación de esta nueva compañía ha estado salpicada de polémica. Los pilotos de la matriz han protagonizado una docena paros desde diciembre. El sindicato Sepla tacha de ilegal su constitución, al vulnerar el convenio colectivo. Estas movilizaciones han pasado una factura de 36 millones.
El asunto, de momento, ha acabado con la suspensión de huelgas, pero continúa en los tribunales y ha provocado el despido de algunos empleados.
Fuentes de los cuatro sindicatos que se oponen a la creación de esta nueva aerolínea, Sepla, Stavla, CNT Y CTA, amenazan con volver a movilizarse si no funciona la mediación del ex ministro de trabajo, Manuel Pimentel entre el Gobierno, la compañía y el sindicato de pilotos.
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