.

.

miércoles, 27 de abril de 2011

Localizan ejemplares de cabra catalana, dada por extinguida desde 2005


Poco se imaginaba Ton Pellisser, un ganadero de Sant Salvador de Toló, en el Pallars Jussà, que en su rebaño había los últimos ejemplares de la raza auténtica catalana, oficialmente extinguida desde 2005. Los animales se han hecho célebres gracias al descubrimiento de la asociación Slow Food, que tiene entre sus objetivos, precisamente, la recuperación de especies y variedades autóctonas tanto de flora como de fauna.

En total se han conservado unas 40 cabras, de las cuales 22 han sido adquiridas por la entidad y trasladadas a una explotación ganadera de Vilanova de Meià. Allí se llevará a cabo un proyecto de conservación y reproducción para garantizar la continuidad de esta especie ancestral, especialmente característica de la zona de Lleida, y analizar su viabilidad como productoras de leche y como agentes en la gestión forestal, por ejemplo el papel que pueden desempeñar en la limpieza de bosques.

El ganadero ha conservado el ganado de la familia sin mezclar ejemplares, con lo cual se ha garantizado la pureza de la especie, que estuvo muy extendida en Lleida hasta mediados del siglo pasado. En este sentido, la autenticidad de las cabras de Sant Salvador de Toló no se ha podido comprobar por la vía del ADN, ya que antes de que se diera oficialmente por extinguida no se habían recogido muestras con las que comparar los ejemplares hallados ahora. Sin embargo, las descripciones que se conservan en varios materiales bibliográficos y los testimonios fotográficos concuerdan absolutamente con las características del rebaño. La sierra del Montsec, dónde se han encontrado ahora las cabras, fue el último reducto de una especie que había llegado a estar ampliamente extendida desde la Val d’Aran hasta la Plana de Lleida.

Slow Food centrará ahora sus esfuerzos en adaptar las cabras al nuevo hábitat para dedicarse después a la cría y reproducción de los mejores ejemplares. Como método para recaudar fondos recurrirá al apadrinamiento, un sistema que ya sirvió para el ruc català. En este caso, la recompensa podría ser con productos derivados de la leche de cabra.

No hay comentarios: