Medios argentinos insistieron ayer con la posibilidad de que el ex presidente Néstor Kirchner renuncie a su banca de diputado para asumir la secretaría de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur), y que esta vez contaría con el voto de Uruguay.
La candidatura de Kirchner a la Unasur ya fue plantada por Argentina en 2007, pero el gobierno de Tabaré Vázquez la vetó debido al conflicto binacional por la instalación de la planta de Botnia (hoy UPM) en Fray Bentos.
"La posición del gobierno uruguayo se mantiene igual que hace 20 días, es decir que el tema se analizará desde cero" cuando la candidatura de Kirchner se oficialice, dijo ayer a El País el canciller Almagro.
En Argentina, en cambio, hacen una lectura favorable a la candidatura de Kirchner a la Unasur.
Según informó la agencia DyN, la presidenta argentina Cristina Fernández, esposa de Kirchner, espera llegar a un acuerdo general con todos los jefes de Estado de la región durante la próxima cumbre de la Unasur, prevista para el 4 de mayo en Buenos Aires.
"Sería ideal que se llegue a un acuerdo en esa oportunidad", dijeron a DyN fuentes de la Casa Rosada, sede del Ejecutivo argentino, y admitieron que para Kirchner sentarse en la banca como un diputado más le genera "desgaste y no le suma nada" a su liderazgo en el gobierno y en el Partido Justicialista.
En 2007, cuando Argentina presentó la candidatura de Kirchner a la Unasur, además del veto de Uruguay tampoco contó con el apoyo de los presidentes Alan García de Perú y Álvaro Uribe de Colombia.
En el caso de Perú y Colombia, porque veían con malos ojos las relaciones extremadamente cercanas del gobierno kirchnerista con el presidente venezolano, Hugo Chávez.
Además Perú mantenía con Argentina una relación fría, desde la venta de armas a Ecuador durante el gobierno de Carlos Menem, situación aparentemente solucionada a partir de la visita de Cristina Fernández a Alan García la semana pasada a Lima.
En Colombia, en tanto, Uribe ya no podrá ir por la reelección en las elecciones presidenciales del próximo 30 de mayo, por lo que su gobierno está en retirada.
También ha cambiado la situación con Uruguay. El matrimonio Kirchner ha cultivado una muy buena relación con el presidente José Mujica, y pese a que todavía falta el fallo de la Corte Internacional de Justicia de La Haya -previsto para el 20 de abril, dijeron a El País fuentes diplomáticas-, está trabajando una comisión binacional para solucionar, entre otros temas, el bloqueo del puente San Martín que mantiene un grupo de piqueteros de Gualeguaychú contrario a la planta de Botnia.
El domingo 21, el periodista y analista político del diario Clarín, Eduardo van der Kooy, manejó que el fallo de la Corte de La Haya haría hincapié en tres aspectos medulares: reconocería el reclamo de Argentina acerca que Uruguay violó el mecanismo de información y consulta previa que establece el Tratado del Río Uruguay; demostraría la inexistencia de mayores factores de contaminación de las aguas del río Uruguay desde que Botnia empezó a funcionar; y haría una propuesta a los dos países para un monitoreo constante de la calidad de las aguas del río.
"Podrán estar faltando, con certeza, otros aspectos del fallo. Pero aun así podría anticiparse una conclusión: no habría objeción legal ni técnica a la permanencia de Botnia en Fray Bentos", dice Van der Kooy en su columna.
Mujica, tras consultar con el gobierno argentino, le viene dando largas a una anunciada reunión con los piqueteros de Gualeguaychú, al menos hasta que se oficialice el fallo de la Corte de La Haya.
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