En innegable que lo atractivo de estas Semanas Criollas son las jineteadas. No es que otros contenidos que tiene el Prado no sirvan: muy por el contra

Momentos de tensión e incertidumbre se vivieron ayer en el Penal de Libertad cuando el personal de la guardia interna decidió levantarse en huelga en reclamo por mejoras en las condiciones de trabajo, quedando así suspendida la visita semanal, por lo cual los familiares de los reclusos que en muchos casos estaban desde la madrugada esperando, se vieran muy molestos.

Al cierre de esta edición trascendió que los efectivos, que se habló eran más de 150, habían levantado la medida de fuerza y que el miércoles la visita se realizará con total normalidad.

Otro hecho que llamó la atención fue la llegada de un ómnibus con reclusas de la cárcel de Cabildo, para mantener la visita conyugal con sus respectivas parejas, pero a las mismas también les fue prohibida la entrada y muy malhumoradas fueron llevadas nuevamente a su centro de reclusión. El reclamo de los funcionarios se centra más que nada en la carga horaria, al punto que se habla de algunos funcionarios que han llegado a trabajar 18 horas de corrido y a la mala alimentación que se les brinda, destacando que no había problemas con los reclusos. Ya sobre la tarde y cuando los familiares estaban muy enojados, autoridades del penal mantuvieron un diálogo con los mismos y pudieron calmarlos, accediendo a recibir los paquetes con alimentos y otros insumos que les habían llevado y comprometiéndose a que la visita pasaría para el miércoles, día en se realizará con total normalidad.

A todo esto, el ministro del Interior, Eduardo Bonomi fue informado de todo lo sucedido y tras reunirse con representantes sindicales de la Policía, manifestó que la situación era de completa normalidad y que en un momento analizó pedir la "esencialidad" del servicio ante el Ministerio de Trabajo.

En un primer momento cuando los uniformados informaron de la medida de huelga, esto provocó una gran molestia en los reclusos, ya que se les cortaba la visita y por tal un grupo importante comenzó a quemar colchones como forma de protesta, aunque esto fue rápidamente controlado por el personal policial.