Nicole Wong, vicepresidenta de la firma, dijo el martes ante el Congreso estadounidense que no se han fijado un plazo para salir de China, y reafirmó la intención de la empresa de dejar de cooperar con la censura.
Google negocia una solución que le permita seguir en el país asiático. Pero será compleja, ya que Pekín otorga prioridad al control de lo que sus ciudadanos pueden leer, ver y escuchar en los medios de comunicación, incluido Internet. Pekín ha declarado que toda empresa que opere en su territorio debe cumplir las leyes, lo que, en principio, equivale a someterse a la censura.
El Gobierno chino también se encuentra en una posición incómoda, ya que la retirada de Google supondría un fuerte varapalo para la imagen del país, además del enojo de muchos de sus ciudadanos.
Microsoft, otra de las empresas que coopera con la censura de Pekín, aseguró ayer que mantendrá su estrategia de desarrollo en el jugoso mercado de Internet chino.
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